Durante estos cuatro años en el Concejo de Bogotá, he sentido que mi labor ha estado marcada por logros que me han llenado de orgullo el corazón, y me han hecho soñar con un futuro en el que como Concejal puedo seguir proponiéndole soluciones creativas a mi ciudad.
De una manera general, en mi labor, he promovido proyectos sociales y políticos que han contribuido a generar transformaciones culturales, siempre desde la innovación y la fuerza colectiva. He facilitado acuerdos que han permitido entender la importancia de la sacralidad de los recursos públicos y construir confianza; he materializado aspiraciones de mujeres y jóvenes coordinando intereses, emociones y capacidades.
Y de una manera más específica, podemos destacar los siguientes logros con mi equipo: en primer lugar, he venido promoviendo una Reforma Popular a la Policía que se ha caracterizado por el proceso que ha tenido, pues se ha basado en el diálogo deliberativo y vinculante. En segundo lugar, denuncié graves atajos en la Empresa de Teléfonos de Bogotá, después de lo cual, el entonces presidente Sergio González renunció a su cargo a inicios 2023. En tercer lugar, durante el 2020, denuncié (con el apoyo de organizaciones sociales como Defender la Libertad y el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos) que durante el Estallido Social ocurrieron graves violaciones a los derechos humanos cometidas por el ESMAD. Desde este momento, denuncié el uso irregular por parte de policías de los traslados por protección y su aplicación mayoritaria en lugares en donde la Defensoría ha emitido alertas tempranas. Y a comienzos del 2022, junto con la exconcejala Susana Muhamad, denunciamos penal y disciplinariamente el uso de los portales de Transmilenio de Las Américas y Suba como presuntos centros de detención y tortura durante el paro nacional. Las denuncias se consolidaron en un informe que se presentó públicamente con el acompañamiento de un ex – contratista de la Alcaldía Local de Kennedy, quien fue testigo de los hechos denunciados por los concejales. Y la CIDH utilizó como evidencia los casos que denunciamos, con el objeto de diagnosticar y dar recomendaciones a Colombia.
He defendido con vehemencia los principios del Partido y las máximas que construimos con Antanas Mockus y por supuesto esa defensa me ha llevado a ser crítico frente a las prácticas y atajos de algunos de sus miembros y frente a las apuestas con las que nos comprometimos con Bogotá.
Los partidos políticos son los principales actores políticos para un Estado democrático como el nuestro. Y la democracia es una de las bases esenciales de la vida política nacional colombiana. Pero ¿qué pasa cuando la democracia entra un juego macabro y no es claro cómo va a garantizarse? El carácter verdaderamente democrático de un partido político se mide justamente por las garantías que se otorguen a esas voces autocríticas y necesarias que surgen dentro de las colectividades.
Esperemos que la democracia deliberativa se siga promoviendo en el Partido Verde. La democracia implica que debemos propiciar lugares seguros para el debate y para que todos podamos expresarnos de manera libre.