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El escaño más caro de la historia: demócratas y republicanos se la juegan en Georgia


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En teoría, la votación de este martes no parece tan importante: los ciudadanos del Sexto Distrito del Congreso en Georgia votarán este martes para elegir a un diputado que reemplace al actual secretario de Sanidad del Gobierno de Donald Trump, Tom Price.

Pero la elección de mañana es cualquier cosa menos rutinaria. Con más de 40 millones de dólares invertidos, esta pequeña circunscripción sureña ha batido de lejos el récord a la campaña para escoger a un congresista más cara de la historia. Y hay un motivo de peso para ello: esta votación se ha convertido en una lucha simbólica entre republicanos y demócratas para descubir qué pesa más, si el rechazo a Trump o la inercia partidista.

Cuando Price, representante de esa circunscripción desde el año 2000, aceptó unirse al Gobierno de Trump, parecía muy poco probable que la carrera por sucederle fuera a estar muy competida: Price había sido reelegido en noviembre con 20 puntos de ventaja frente a su competidor demócrata. Pero había un detalle que hacía prever una lucha más competida de lo previsto: Trump apenas ganó en ese territorio por un 1.5% a Hillary Clinton. La demografía local -una zona de clase media, con estudios universitarios- era precisamente una de las que más a disgusto se encontraba con el nuevo presidente. Si los demócratas ganaban allí, podrían empezar a dirgirse a todo un nuevo grupo de votantes que tradicionalmente votaba republicano.

El primer impulso llegó cuando una web progresista, Daily Kos, se fijó en un candidato demócrata con opciones: Jon Ossoff, un joven de 30 que había sido jefe de gabinete de un congresista local, con un discurso moderado y centrado en asuntos de la clase media, pero sin olvidar algún que otro golpe hacia el presidente -“Hagamos a Trump furioso”, fue su primer eslógan de campaña-. La movilización liderada por la web consiguió recaudar más de 23 millones de dólares, la mayor cifra jamás obtenida por ningún candidato a la Cámara de Representantes.

Enfrente, la ganadora de las primarias republicanas fue Karen Handel, exsecretaria de Estado de Georgia, una moderada que ha hecho todo lo posible para distanciarse de Trump y ceñirse a los argumentos más tradicionales del partido. A su lado, numerosos grupos de presión conservadores han invertido otros 20 millones de dólares en publicidad en su apoyo. La suma de ambas campañas supera el presupuesto que tuvo Jimmy Carter para toda su carrera a la presidencia en 1976.

Una campaña eterna

La importancia de la elección sobre la narrativa es enorme. Si los demócratas pierden tras haber invertido cantidades ingentes de dinero y entusiasmo local, la decepción será enorme y la posibilidad de recuperar la mayoría en el Congreso en las elecciones legislativas de 2018 parecerá más remota todavía. Los republicanos habrían demostrado que la lealtad partidista de sus votantes aún supera cualquier rechazo provocado por Trump. Pero si los demócratas ganan, la mitad de los congresistas republicanos empezarán a ver encendidas todas las alarmas ante la posibilidad de una debacle el siguiente año en un masivo voto de protesta hacia Trump.

Los dos candidatos lo saben, y han echado el resto desde el primer día. Tras tres meses de campaña -incluida una primera vuelta el 18 de abril que era, en efecto, las primarias para escoger al rival republicano de Ossoff-, los ciudadanos están cansados. “No puedo ver un vídeo en youtube sin tener que tragarme antes dos anuncios de Ossoff”, se lamentaba una vecina del distrito este fin de semana. En lo que llevan de campaña, Francia ha tenido tiempo de elegir a su nuevo presidente y renovar el Parlamento, a doble vuelta ambos, y el Reino Unido ha sido capaz de convocar elecciones anticipadas y celebrarlas.

La campaña republicana, especialmente, ha destacado por su negatividad: han tachado a Ossoff de todo, como simpatizante del terrorismo islámico, “ultraizquierdista” o amigo de Kathy Griffin, la mujer que hizo una obra que simulaba a un Trump decapitado. Un alto cargo del partido en Georgia se mostraba confiado en que el reciente tiroteo a un diputado republicano sería “lo que necesita Handel para ganar”, en declaraciones al Washington Post.

Las encuestas, por su parte, dan a Ossoff una ventaja de unos dos puntos de media. De las 7 encuestas realizadas este mes, cinco dan como ganador a Ossoff, una a Handel y otra da un empate entre ambos. El voto temprano, por su parte, indica una participación digna de unas elecciones presidenciales, con una movilización destacada de votantes nuevos, especialmente jóvenes y de minorías étnicas. Aun así, todo parece indicar que el recuento se alargará hasta altas horas de la noche del martes al miércoles. Nunca antes la elección de un solo congresista había atraído tanta atención.


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