Los 75mil kilómetros cuadrados de océano expropiados, una pretensión de explotar recursos dentro de territorio colombiano y ahora, la estrepitosa declaración emitida por el Comandante del ejército nicaragüense, el General Julio Cesar Avilés de adquirir embarcaciones armadas para custodiar el mar Caribe; es evidente que Nicaragua le está ‘sacando los colmillos’ a Colombia ante el benéfico fallo de la Haya.
Las Fuerzas Militares de Nicaragua renovarán su armada con la posible adquisición de cuatro navíos astilleros de 45millones de dólares cada uno, con un cañón de 76mm y dos cañones con misiles teledirigidos. Esta letal flota patrullará por la plataforma marítima que limita con el archipiélago de San Andres en los próximos meses.
La compra del gobierno de Ortega, la confirmó el jefe militar Julio Cesar Avíles, quien aseveró en medios oficiales nicaragüenses que “hay una necesidad real de adquirir material bélico para custodiar esos nuevos y reivindicados mares que ahora tenemos ahí” por lo que “se requiere de nuevos medios navales para asegurar la soberanía de Nicaragua en estas aguas”.
“Hemos visitado diferentes fábricas o astilleros donde se fabrican medios navales, incluida la federación de Rusia, para conocer el tipo de medios que nosotros necesitamos”, añadió el General Avíles.
Sin embargo “el mejoramiento de la armada de Nicaragua no representa nada más que una advertencia hacia el Gobierno colombiano para que se prepare cada vez mejor en estos temas”, aseguró el doctor Enrique Serrano, politólogo de la Universidad del Rosario.
Serrano añadió que “estas fragatas son demasiado costosas para un país pobre como Nicaragua que no creo que tenga el presupuesto para pagar esa millonaria suma”. De igual manera la utilidad real de estos botes no va a ser ninguna considerando que los litigios ya están establecidos y “no hay por qué ponerse en pie de guerra con ninguna país….”
De igual manera el Comandante de la Armada Nacional de Colombia, el Almirante Robledo Garcia Márquez, indicó en medios nacionales que es absolutamente valido que Nicaragua quiera comprar navíos para proteger sus límites marinos a lo que el Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, recalcó que “tenemos unas fuerzas militares serias, comprometidas y listas en garantizar la seguridad de la soberanía del país en todo el territorio”.
Por otro lado, es “casi nula una alternativa real para que Colombia retome la soberanía sobre la plataforma marítima cedida a Nicaragua, dado que una sentencia ejecutada por la Corte Internacional Judicial no se puede revertiry las penas por no acatar la sentencia resultarían contraproducentes para el Gobierno”, advirtió Gabriel Castañeda, abogado penal.
Desde que comenzó el litigio, Nicaragua ha demostrado que la intención de proteger sus intereses socio-económicos y geopolíticos, es mucho mayor que la fachada de este país por resguardar aéreas marítimas y una variedad de ecosistemas marinos que viven cerca del archipiélago de San Andres, cobijados por la Biosfera Seaflower.
“No existe posibilidad alguna de que Nicaragua gané más de lo que ha presumido ganar desde el fallo de la Haya. Ellos creen que han obtenido algo pequeño y tienen que defender eso que han obtenido” sostuvo Enrique Serrano.
Según Edgar Chacón, Biólogo Marino de la Universidad de los Andes, las zonas ecológicas, las especies y la conservación genética de la Biosfera SeaFlower estarían “claramente en riesgo si Nicaragua decidiera explotar recursos de los bloques de hidrocarburos en las plataformas submarinas limítrofes con las islas de San Andres y Providencia”.
El último pronunciamiento del Estado de Nicaragua alegó que la denuncia de la Cancillería de Colombia por la presunta explotación de recursos naturales en aguas colombianas, estaba infundada puesto que el Ministerio de Energía y Minas nicaragüense no había actualizado los mapas en su página web desde el año pasado por lo que esos mapas se crearon antes de la sentencia de la Haya.
