El pasado martes el exgobernador Carlos Amaya anunció en una rueda de prensa realizada en la sede del Partido Alianza Verde que desistía de su precandidatura a la Alcaldía de Bogotá, pues había decidido lanzarse de nuevo a la Gobernación de Boyacá.
Entre otras cosas, señaló que en la actualidad la campaña para la Alcaldía no está definida, y que, por tanto, él habría tenido posibilidades de ser el candidato por el Partido, y eventualmente, el próximo alcalde de Bogotá.
Sin embargo, a pesar de que él veía muy viable su candidatura, decidió volver a lanzarse a la Gobernación de Boyacá, porque según él su corazón está en Boyacá y tiene enorme interés, según sus palabras, en “cuidar lo que ha construido con mucho afecto”.
Es menester alertar a los ciudadanos y ciudadanas de Boyacá sobre esta decisión tomada por el exgobernador. Los atajos y las prácticas cuestionables del exgobernador han sido enormes y no pueden pasar desapercibidas:
- Posible abuso de poder para favorecer a su suegro, quién construyó una mansión en Paipa ilegalmente y sin licencia de construcción;
- Carrusel de contratación en obras públicas de infraestructura que involucra a amigos íntimos, grandes zares de obras públicas acusados de direccionar contratos y un financiador de su campaña.
- Conceptos adversos de parte de Contraloría General de la República sobre su gobernación y 4 procesos disciplinarios en curso en la Procuraduría, de los cuales uno es por enriquecimiento ilícito.
Con estos graves antecedentes nos preocupa enormemente el destino de Boyacá si este personaje vuelve a ser su Gobernador. Esperamos que la ciudadanía de forma consciente pueda organizarse y votar por un candidato que realmente represente los intereses de la gente y que no busque alimentar de forma voraz sus intereses personales.
Por último, durante la ya mencionada rueda de prensa al exgobernador le preguntaron sobre mis denuncias, a lo que él irónicamente respondió que me mandaba un abrazo, pues esa era la forma como respondía ante los ataques y las calumnias, y expresó además que yo no conocía lo que ha pasado en Boyacá y que mis “calumnias” se contrarrestaban con todas las obras que ha hecho.
Pues ya que dice que sus obras hablan por él, vale la pena que explique por qué hoy, 5 años después de haberle entregado de forma muy cuestionable a sus amigos íntimos, a los hermanos Peña, un contrato por $124 mil millones para la pavimentación de las vías que conectan los municipios de Socotá y Monguí con otros municipios, los alcaldes de estos municipios salen a decir que hay retrasos de más de 4 años y en una carretera solo hay un avance del 25% en la obra[1].
Además, Amaya afirmó que su suegro, a quien denunciamos, ya había contratado un abogado “muy prestigioso” para defenderlo por los daños patrimoniales que causó mi denuncia.
Pues hay que decir que los daños patrimoniales los causaron ellos cuando decidieron construir una mansión de forma ilegal sobre una zona con protección ambiental donde se prohibía construir y por construir sin licencia de construcción.
Además, al exgobernador se le olvidó contar que me entuteló pidiendo retractación de mis denuncias y que ante su tutela un juez falló dándome la razón, pues mis afirmaciones se soportan en pruebas documentales, en hechos.
No más atajos exgobernador, respóndale a la ciudadanía de Boyacá, ni los bogotanos ni los boyacenses merecen que se les instrumentalice para intereses particulares. Los recursos públicos son sagrados.
[1] https://twitter.com/WRadioColombia/status/1663307981629558784?s=20