En un Acto de reconocimiento de responsabilidad internacional por el caso de la ejecución extrajudicial del joven grafitero Diego Felipe Becerra Lizarazo—asesinado por un policía el 19 de agosto de 2011—, el presidente Gustavo Petro pidió perdón a la familia del joven.
El primer mandatario aseguró que “una democracia significa que este Estado es sirviente de la ciudadanía” y este acto es el reconocimiento de un Estado que mata la ciudadanía, “no es democrático”.
En presencia de Gustavo Arley Trejos y Liliana Lizarazo Flórez, padres del joven grafitero, el ministro de Defensa, Iván Velásquez dijo: “Quiero, en este acto, pedirle perdón a la familia de Diego Felipe Becerra y al conjunto de la sociedad, porque estos hechos y violaciones a los Derechos Humanos y al derecho fundamental a la vida no solo mancilla el nombre de la Policía Nacional sino la política de seguridad”.
Becerra, fue asesinado el 19 de agosto de 2011, en el norte de Bogotá, cuando mientras estaba pintando una pared y un agente le disparó.
La Policía señaló al grafitero de ser un delincuente, y la familia interpuso una querella, logrando demostrar en el juicio que Diego Felipe fue víctima de un montaje por parte de la institución.
En el acto estuvo presente el director de la Policía, el general William Salamanca.