Es un hecho, Colombia envejece. En 2022 de cada 100 colombianos 14 tienen más de 60 años, mientras que en 1985 esa proporción era alrededor de 7 y en 2014 era 10. Un fenómeno que se está dando en toda América Latina y el Caribe, en donde las personas viven más tiempo y están más solas.
“Ese cambio demográfico tiene importantes efectos en los sistemas de pensión, laboral, salud, cuidado y educación, entre otros, y por tanto deben prepararse. Deben tener la capacidad de atender las necesidades y las situaciones que antes no existían. Un asunto de la mayor trascendencia para tener en cuenta en las reformas que se están tramitando en el Congreso de la República”, señala Soraya Montoya, directora ejecutiva de la Fundación Saldarriaga Concha.
Fedesarrollo, la Fundación Saldarriaga Concha, la Universidad ICESI y el DANE elaboraron la Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva, cuyos hallazgos los presentaron hoy a representantes de diferentes sectores del país durante el Foro Colombia Envejece, que realizaron en alianza con El Tiempo y Portafolio. El propósito del estudio es transformar los imaginarios sobre las vejeces para aprovechar las potencialidades de las personas mayores en el desarrollo del país.
“Por ejemplo, en el caso del sistema educativo la investigación indica que se requiere una oferta de programas de formación a personas mayores para que puedan aumentar su productividad laboral y retrasar la pérdida cognitiva y de bienestar asociado a esta; capacitarse para los desafíos de hoy, como las nuevas tecnologías y la automatización; aportar a su salud física y mental y participar en la vida democrática”, afirma Víctor Saavedra, investigador de Fedesarrollo.
Las cifras evidencian que dos de cada tres personas analfabetas son mayores de 60 años; 48,1% de las personas mayores alcanzaron la primaria como máximo nivel educativo y 15,2% alcanzó un nivel de educación superior. Además, 60,5% de las personas mayores no saben usar internet.
En cuanto al sistema pensional, la investigación señala que solo una de cada cuatro personas recibe pensión y la cobertura es mucho menor en el caso de las mujeres. “El país necesita reformar su sistema pensional de tal manera que pueda llegar a más personas. Para tener cobertura universal, además de fortalecer las pensiones contributivas, se deben robustecer programas como Colombia Mayor y los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS). Ahora bien, el sistema pensional no es el único mecanismo de protección económica para enfrentar la vejez. Se debe incentivar de manera complementaria la participación de las personas mayores en el mercado laboral y en la creación de emprendimientos”, afirma David Forero, investigador de Fedesarrollo.
Hoy, las personas mayores son mucho más activas y productivas. 43,8% de las personas entre 60 y 69 años todavía trabajan y 18% de los micronegocios del país son propiedad de las personas mayores. Eso muestra que la economía plateada debe ser vista como un sector estratégico para el desarrollo económico de Colombia, insiste la investigación.
Se avecina una crisis del cuidado
Otro de los temas que destaca la Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva es que el incremento sostenido de la expectativa de vida, y con ello un mayor número de población por encima de los 60 años, obliga al sistema de salud a tomar decisiones frente al uso de los recursos y el número de atenciones. Las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT) y las enfermedades mentales como la demencia y la depresión, que van en aumento, por ejemplo, le están implicando mayores recursos. Entre los años 2014 y 2020 el país reportó un gasto en salud de aproximadamente 70 billones de pesos, con cerca de 40% destinado a la atención de personas mayores de 75 años, porcentaje que con seguridad irá incrementando.
La investigación también señala que el sistema de salud debe prepararse para lo que se denomina la crisis del cuidado dada por el incremento de la demanda del cuidado y la diminución de la oferta de cuidado. Explica que, con el incremento de las ECNT en las personas mayores aumenta la carga de cuidado que históricamente ha recaído en las familias y, en especial, en las mujeres. Sin embargo, con la disminución de la tasa de natalidad y el encogimiento de los núcleos familiares (menos hijos para cuidar a sus padres), sumado a la inclusión de la mujer en el mercado laboral, puede darse menos posibilidades de cuidado en las familias o lograrse con peligros de sobrecarga en tiempo y en trabajo por parte de los cuidadores (usualmente mujeres) o de trampas de pobreza.
“Un buen envejecimiento significa tener estabilidad económica y emocional, acceso a un servicio de salud, a una buena alimentación y a servicios públicos y oportunidades de participar en espacios comunitarios. A eso es a lo que debemos apuntar en los diferentes sistemas: educativo, salud, pensional y laboral”, señala Lina González, líder de bienestar de la Fundación Saldarriaga Concha y directora de la Misión Colombia Envejece-Una Investigación Viva.
A continuación, los datos más relevantes de la investigación:
Salud:
- Entre 2% y 4% de la población adulta mayor no cuenta con afiliación al sistema de salud.
- El acceso de la población adulta mayor a servicios de salud preventivos varía entre 60% y 80%, siendo más bajo en las regiones, especialmente en el área rural.
- Las enfermedades más frecuentes en las personas mayores son las del sistema circulatorio (27%), las endocrinas (11%) y las del sistema osteomuscular (10%).
- Alrededor de 50% de las personas mayores presenta síntomas de depresión.
- El deterioro cognoscitivo leve es más frecuente en personas mayores con bajo nivel de escolaridad (42%) que en aquellas con un alto nivel educativo (1,5%).
- 52% de las personas mayores tiene alguna condición que dificulta su vida diaria.
- 20% de los mayores de 55 años que residen en la región de Amazonía reportaron algún tipo de discapacidad severa; 13%, en la región Caribe y 15%, en la región Andina.
Protección económica:
- Las principales fuentes de ingreso de las personas mayores en Colombia son: 33,1% de los ingresos proviene de la ayuda de hogares e instituciones, seguido de ingresos por pensiones/ jubilaciones con 30,2% e ingresos laborales con 30,0%.
- En la población mayor de 60 años, la actividad predominante es realizar oficios del hogar con 40%, seguida de la opción “otra actividad” con 30,3%, que incluye en su mayoría respuestas como descanso, pensionado o retirado, mientras que la opción de trabajar ocupa el tercer lugar, con 22,9%.
- La población mayor residente en las áreas rurales tiene una mayor dedicación al trabajo (30,3%) respecto a la población urbana (20,8%).
- La tasa de ocupación de personas mayores de 60 años asciende a 30,4%. A nivel urbano la ocupación de la población mayor se ubica en 27,6 %, mientras que para las zonas rurales se eleva hasta 40,4%.
- A medida que aumenta la edad disminuye el empleo como asalariados, que es sustituido por el de cuenta propia. Para las personas de 50 a 59 años el empleo por cuenta propia es de 57,5%, para 60 a 69 años, 69,3% y para los mayores de 70 años, 82%.
- 24% de la población en edad de jubilación recibe una pensión. En el caso de los hombres este porcentaje es del 29,2% y de las mujeres del 20,7%.
- Actualmente, un pensionado en el Régimen de Prima Media de 1 salario mínimo recibe un subsidio anual de $6,6 millones, mientras que un pensionado por más de 10 salarios mínimos puede llegar a recibir un subsidio anual de $56,8 millones.
Educación:
- 9,74 años es el promedio de años de educación en Colombia para la población mayor de 25 años y menor de 60, mientras que la población adulta mayor alcanza tan solo 6,2 años de educación (cifra ligeramente mayor a la duración de la educación primaria).
- 8,4% de las personas entre 60 y 64 años reporta no haber alcanzado ningún nivel de escolaridad, la cifra llega a 26,2% para la población de más de 85 años.
- En las zonas urbanas las personas mayores tienen en promedio 6,2 años de educación y en áreas rurales es de 3,34 años.
- Solo 15,2% alcanzó un nivel de educación superior.
Bienestar:
- 18 de cada 100 personas menores de 60 años expresan que se sienten totalmente insatisfechas con su situación laboral, mientras que 35 de cada 100 personas mayores de 60 años expresan lo mismo (Encuesta de Pulso Social).
- Personas menores de 60 años se sienten doblemente insatisfechas con su situación financiera, que las mayores de 60 años (Encuesta de Valores en Crisis).