¿Para que existe la policía?
Según la Constitución Colombiana de 1991: “Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares”. En este sentido la policía, para cumplir su función constitucional de defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos, debería desarrollarse como una institución de naturaleza civil que defienda la vida, en lugar de ser una institución de carácter militar, para no llevar el conflicto a niveles de negación de la vida de los individuos que se confrontan.
Los conflictos en la sociedad
El filósofo colombiano Estanislao Zuleta dijo alguna vez que una sociedad mejor, no es una sociedad sin conflictos, no una sociedad que puede vivir a pesar de los conflictos, sino más bien una sociedad que puede vivir gracias a los conflictos, siendo una sociedad madura aquella que es capaz de tener mejores conflictos sin llegar a la violencia.
En este sentido quienes hoy le apostamos a construir una mejor institución de policía, queremos construir desde el conflicto, no negarlo, haciendo de la policía un símbolo de la democracia, capaz de aportar en la construcción de una sociedad como laboratorio de paz a través de la diferencia. Una policía que sea capaz de cambiar tanquetas y piedras por talleres donde el diálogo sea la herramienta para construir acuerdos, y cuando no sea posible el acuerdo, reconocernos y respetarnos en nuestras diferencias.
Una sociedad madura debe encontrar en el conflicto y el diálogo una herramienta de transformación, con reglas para detectar que se puede aprender de cada quien. Debemos ser capaces de transformar los conflictos de manera no violenta y no tener miedo al conflicto, ya que de las tensiones nace la fuerza para construir una sociedad mejor. El conflicto sin violencia debe ser capaz de hacer públicos los diálogos sociales, ya que, si todo se hace público, se puede dar garantía a los principios de transparencia y publicidad.
Se deben reconocer las posturas diferentes, ya que, si reconocemos y respetamos las diferencias, podemos construir relaciones sociales con una mayor garantía de las libertadas individuales y de las libertades colectivas, mayor igualdad de género y derechos para las minorías sociales.
La resolución es diferente a la transformación del conflicto. Le apostamos más a la trasformación no violenta de los conflictos antes que a su finalización, reconocer el conflicto y construir a partir de él. Creemos en un diálogo social centrado en las interacciones generadas y no solo en lo que se dice. No buscamos evitar el conflicto y aceptamos que no siempre va a haber un acuerdo entre las partes involucradas en un conflicto social, sin embargo, también creemos en avanzar de alguna manera. Abordamos la crisis como oportunidad y experimentamos para avanzar.
El hurto, la violencia y la violación de los derechos humanos, hacen parte de la conflictividad social, una conflictividad que debe ser transformada por medio de generación de oportunidades, desarrollo de capacidades y los cambios culturales, pero también por medio del cumplimiento de la ley, en la que la policía debería tener un papel vinculado en la defensa de los derechos de todos los ciudadanos. Consideramos que las relaciones sociales deben ser asumidas no solo desde el conflicto, sino también desde la cooperación y el apoyo mutuo. Para la garantía de los derechos de todos los ciudadanos, la regulación legal por parte de la policía, debe ir acompañada de la autorregulación considerada desde cada individuo y la mutua regulación como fundamento de la cultura ciudadana.
Abusos policiales frente a las protestas sociales
La actuación de la fuerza pública ante la protesta social ha sido objeto de agudas controversias desde el Paro Nacional de noviembre de 2019, y en el estallido social a partir del 28 de abril de 2021, que registró amplia cobertura geográfica y mayor duración temporal. Investigadores y ciudadanos concuerdan en su apreciación sobre el excesivo nivel de represión y el alto número de víctimas entre los manifestantes, hechos ocurridos sin parangón en las protestas recientes de cualquier otra parte del mundo.
Según el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Nacional son innumerables las denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por agentes de la Policía Nacional, en especial, del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD). Estamos ante una aguda crisis social sin soluciones inmediatas para responder de manera adecuada al descontento de la ciudadanía. A la policía nacional le ha correspondido enfrentar una situación límite y sin precedentes en la historia reciente del país y los abusos policiales en el marco de la protesta ciudadana han pasado a constituirse en uno de los puntos más urgentes en la agenda pública.
A este respecto, La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en su informe del año 2021, reporta denuncias de 63 muertes ocurridas durante las movilizaciones masivas en ese año, El 76% de las muertes se debieron a heridas de bala. La información recopilada y analizada por la Oficina encontró “motivos razonables” para aseverar que al menos 28 de las muertes fueron obra de agentes de la policía y que un mínimo de diez de ellas serían responsabilidad de miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional. En consecuencia, se instó al gobierno de Colombia para definir reformas profundas sobre la manera en que “las autoridades policiales gestionan las protestas y controlan el orden público para evitar más muertes y lesiones de la población civil que ejerce su libertad de expresión, participación y asamblea”.
Asambleas populares de reforma a la policía
Con el objetivo central de construir una institución de policía que sea garante de la paz, los derechos humanos y las libertades individuales y colectivas el pasado 25 de marzo de 2023 hemos comenzado a realizar la primera de cinco asambleas populares de reforma a la policía, en las que desarrollaremos unas dinámicas de taller como espacio de transformación mutua y símbolo de la democracia, porque se buscará profundizar las diferencias y explotar sus potencialidades. El propósito es que cambiemos tanquetas y piedras por talleres. Talleres con reglas que nos permiten construir colectivamente el reconocimiento y sentar la actitud pedagógica de aprender, enseñar y detectar quién puede aprender qué de quién. Así mismo proponemos como punto de partida que la policía como institución debería ser un taller constante en el cual la ciudadanía pueda manifestar su opinión, denunciar delitos, reportar abusos y solicitar ayuda cuando esta sea necesaria. Necesitamos llegar a múltiples posibilidades emergentes, no necesariamente a un gran acuerdo.
Las Asambleas Populares serán espacios de diálogo plural y constructivo entre la ciudadanía, con presencia de las instituciones y actores relevantes, guiados por el ánimo de reconocer al otro, en el marco de la búsqueda de sentar las bases de una Reforma a la Policía. En cada asamblea se desarrollarán uno o dos temas. La primera asamblea fue desarrollada en torno al desmonte del ESMAD y los lineamientos para una nueva fuerza antidisturbios. En las siguientes asambleas se ha propuesto desarrollar los temas de reparación a víctimas de la policía, mujeres, violencia policial y enfoque de género, ascensos, profesionalización, condiciones socioeconómicas y derechos laborales de la policía, doctrina y cambio cultural, traslados por protección, justicia DDHH y veeduría.
Las asambleas populares se proponen construir una acción colectiva para dar apertura a encuentros regionales que permitan sumar, reconocer, actuar y multiplicar en torno a la Reforma Popular a la Policía para la paz. Esta acción colectiva que se propone nace de la conversación, es decir que se trata de un sentido compartido.
En la primera Asamblea Popular de Reforma a la Policía realizada en la localidad de Kennedy el pasado sábado 25 de marzo del 2023, se llevó a cabo una amplia deliberación en mesas de trabajo sobre el desmonte del ESMAD y la necesidad de crear una nueva fuerza antimotines. Los asistentes plantearon un sin número de opiniones y propuestas entre las cuales podemos mencionar las siguientes: Actuaciones del ESMAD caracterizadas por delitos, amenazas, sevicia, violencia, abuso de poder y ejecuciones extrajudiciales. No estamos de acuerdo con que el ESMAD use violencia excesiva contra los manifestantes de las protestas. Hay muchas personas que han sufrido graves lesiones oculares por recibir impactos de proyectiles de gases lacrimógenos. El ESMAD fue creado para acompañar las protestas, lo que hacen ahora es infiltrar las marchas para iniciar la violencia y justificar una respuesta violenta por parte de la policía contra los manifestantes. La transformación de la policía depende de todos y de nuestro comportamiento. La educación en cultura ciudadana debe hacer parte importante de la transformación de la policía.
En las próximas Asambleas Populares por la Reforma a la Policía se buscará garantizar la participación amplia de diferentes sectores y expresiones sociales de la ciudadanía, entre ellas organizaciones de campesinos, indígenas, afros, mujeres, estudiantes, defensoras de derechos humanos, jóvenes, ambientalistas, comunidades LGBTI, iniciativas de paz, iglesias, gremios, empresariado, académicos, y víctimas de casos de violencia policial. Se convocará también al gobierno nacional y distrital, de manera tal que el proceso cuente con su presencia permanente.
Las próximas asambleas se realizarán en las siguientes fechas: 15 de abril, 13 de mayo, 27 de mayo y 10 de junio.