Es cierto que una cosa es el discurso y otra muy distinta son los hechos. En muchas ocasiones, los gobiernos pueden afirmar que están implementando políticas económicas anticíclicas, pero no destinan los recursos necesarios para hacerlo realidad.
Por lo general, el ciclo económico incluye una fase de expansión o crecimiento y una fase de contracción o recesión. Ante esta situación y en épocas de bajo dinamismo económico la vivienda se constituye en un motor importante para mantener sectores activos.
El discurso y los hechos son cosas diferentes, y en muchas ocasiones, los gobiernos pueden afirmar que están implementando políticas económicas anticíclicas, pero no destinan los recursos necesarios para hacerlas realidad. En Colombia, el programa “Mi Casa Ya” es una política importante para el sector de la construcción y puede tener un impacto positivo en la economía, pero su efectividad no se puede garantizar si el gobierno no destina los recursos necesarios para implementar los subsidios y los programas de financiamiento adecuados.
La vivienda se convierte en un motor importante en épocas de bajo dinamismo económico, por lo que es importante que el gobierno tome medidas para garantizar que el programa “Mi Casa Ya” y, en general, la vivienda en Colombia sea una política anticíclica. El gobierno debe aumentar la inversión en el programa, reducir las tasas de interés, establecer un plazo definido para el programa y diseñarlo para que todos los colombianos puedan acceder sin dejar a un lado la focalización que también es necesaria.
El problema de la focalización se refiere a que los sectores más necesitados pueden tener dificultades para obtener préstamos hipotecarios debido a su situación económica y financiera. Por lo tanto, el gobierno debe tomar medidas para garantizar que el programa “Mi Casa Ya” sea accesible financieramente para estos grupos de la población y que puedan cumplir con sus obligaciones contractuales. Para esto es necesario también asignar una mayor cantidad de recurso en este subsidio focalizado.
El gobierno debe establecer requisitos claros para los bancos y las entidades financieras que otorgan préstamos hipotecarios, establecer programas de garantía de crédito y proporcionar educación financiera a los sectores más necesitados para que puedan tomar decisiones informadas sobre su capacidad para obtener un préstamo hipotecario y reducir el riesgo de incumplimiento de pago.
Es importante que el gobierno no solo hable de políticas económicas anticíclicas, sino que también destine los recursos necesarios para hacerlas realidad. Colombia requiere una oferta para el cuatrienio superior a las 350.000 unidades de vivienda y con una asignación presupuestal que ronde los 12 billones de pesos, teniendo en cuenta que la vivienda es una política clave en la recuperación económica del país.