¿Le apostamos al café nuevamente?

El café colombiano desde hace un tiempo ha consolidado aún más su presencia ante la creciente demanda mundial de la bebida. No solo en el lejano oriente, sino también en muchos lugares se ha comenzado a demandar la suavidad y variedad de los cafés colombianos, fruto del trabajo en las últimas décadas de los cafeteros colombianos.

En estos momentos las ventas de café que se ha exportado subieron un 22%, así como el consumo interno también subió un 5%. Según los datos de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, la demanda del café no solo se mantuvo, aumentaron las ventas de café en grano verde de 163.000 sacos a 171.000 sacos de 60 kilos, importante tema a pesar de la situación macroeconómica del país.

Las exportaciones llegaron a los 185.000 sacos cuando el año anterior en el mismo periodo fueron de 152.000 sacos. De ahí el aumento del 22%. Han influido los factores climáticos de forma adversa también, pero ha beneficiado al gremio de cierta manera, ya que hubo una disminución en la temperatura media, lo cual trae como consecuencia el aumento en el número de días que se requieren para los procesos de formación y maduración del café, con esto se reducen las cosechas y se retrasan, irónicamente, esto hace que se acumulen en los últimos 12 meses los sacos de café, según la Federación, estos factores climáticos afectan los procesos de floración, hubo presencia de nubosidad en todo el territorio, pluviosidad, poco brillo solar, entre otros.

Adicional, sumemos el fenómeno de La Niña, más lluvias, luego el fenómeno del NIño, que es lo contrario, por lo que se ha recomendado a los caficultores aumentar las reservas de agua, invertir en sistemas de riego más eficientes, y lograr contrarrestar las adversidades. A pesar de todo, se logró vender más café interna y externamente.

La cultura del café sigue creciendo en el mundo, los mercados internacionales demandan ahora más calidad y también cantidad. Se están comenzando a buscar mezclas de cafés orientales con cafés colombianos de tipo arábigo para lograr cafés finales tostados más suaves. Otros mercados más exigentes también están comenzando a demandar cafés tostados 100% colombianos, según el lugar, los demandan con diferentes tipos de tostión, tema que algunas compañías de café colombianas han comenzado a identificar para satisfacer estos potenciales mercados.

El trabajo de los cafeteros tradicionalmente ha tenido muchos altibajos, se depende en gran parte del precio, de la variación del dólar, del clima. Ahora, con el trabajo hecho por años, donde se consolida aún más la calidad, el nombre y la marca del Café de Colombia, se deben aprovechar más que nunca las oportunidades que el mercado está abriendo para nuestro histórico producto estrella por tradición. Apostémosle al café nuevamente, seamos todos embajadores de nuestro producto a nivel mundial y sigamos en esa búsqueda de nuevos mercados, sobre todo en el lejano oriente, quienes cada día reemplazan más el té por el café.

@jack80x

 

 

 

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