Y Maduro ahí – Opinión de Óscar Sevillano


Por: Óscar Sevillano


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Óscar Sevillano

Con gran expectativa observé, lo que ocurriría después del dichoso concierto que se hizo dizque con fines humanitarios, para ayudar a los venezolanos, víctimas del miserable régimen de Nicolás Maduro.

Mucho cantante, mucha música, mucho discurso, pero Maduro sigue ahí, en el Palacio de Miraflores, y seguirá ahí, sabe Dios por cuanto tiempo más, porque mientras exista una cúpula militar en Venezuela que maneje el mismo poder que el dictador de Venezuela les ha dado, no va a suceder lo que muchos en Colombia esperan: verle caer.

Lo que si lamento es que el presidente Iván Duque se deje utilizar por Donal Trump, quien promueve la agitación de los ánimos en la frontera colombovenezolana, mientras promueve la paz con Kim Jong Un, presidente de Corea del Norte.

¿Qué necesidad tenemos en Colombia de ir a provocar enfrentamientos entre los venezolanos del común, con los miembros de la guardia de ese país?; ¿Cuál es el interés que tiene Iván Duque para apersonarse de ese asunto cuando el sabe muy bien, que sacar a Nicolás Maduro del poder no será una tarea fácil, y que si puede costar vidas humanas en el país vecino?; ¿vamos a seguir jugando con candela dejándonos usar por otro que está muy lejos de nuestro territorio, y que poco le importa el número de muertos que deje un posible enfrentamiento bélico entre Colombia y Venezuela?;¿lo habrán pensado quienes en nuestro país mantienen la calentura como María Fernanda Cabal y Alfredo Rangel y no dejan de proponer la idea de intervención militar?

Es muy cierto que el problema de Venezuela no se soluciona mirándole con los ojos alcahuetas de la izquierda en Latinoamérica, pero la solución tampoco es con la calentura de la derecha en Colombia. Dudo mucho que la senadora Cabal, envíe a su hijo Juan José Lafaurie para que ayude a las Fuerzas Militares de Colombia a enfrentar a la Guardia Venezolana. Esta la tendrán que enfrentar y padecer los demás, ¿o no?

Ojalá que tanto el presidente Iván Duque como su ministro de Relaciones Exteriores Carlos Holmes Trujillo, entiendan el mensaje que entre líneas envío el Grupo de Lima, quien reiteró que la “transición a la democracia” en Venezuela “debe ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente”, de lo inconveniente que sería un enfrentamiento bélico en Suramérica y que los demás países no deben promover intervenciones militares.

Si lo que esperaba Duque es que se le felicitara por ir a la frontera con Venezuela y con concierto a bordo, calentar los ánimos enviando ayudas con fines políticos, se equivocó, porque el experimentó salió muy mal.  El mundo entero sabe muy bien lo que ocurre en el país vecino, donde una mafia sostiene a un presidente que perdió el control del país y que para autoprotegerse le entregó un poder excesivo a una cantidad de generales, que son quienes realmente tienen el mando en este territorio.

Para subir punto en las encuestas no creo que sea necesario utilizar a la población de un país vecino que sufre las consecuencias de un régimen miserable y canalla. Iván Duque sabía muy bien que Nicolás Maduro no dejaría entregar esas ayudas, ¿era necesario utilizar a la población venezolana para ganarse el cariño de los colombianos?

Si realmente se tenía la intención de apoyar a los venezolanos necesitados, lo ideal hubiese sido entregar las ayudas a las Cruz Rojas Internacional y que ella haga lo suyo, como debe hacerse, es decir, sin show mediáticos y sin exponer a humillaciones a los venezolanos.

Si, muy bonito el concierto, muy linda Paulina Rubio, excelente las canciones de Carlos Vives, etc., pero que pena señores, Nicolás Maduro sigue ahí, y mientras el presidente Duque juega a ser el libertador de Venezuela, en Colombia seguimos con el país al revés.

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