Por: Hugo Acero Velásquez.
En un país cuyo nombre no será mencionado,
se produce algo nunca visto: la muerte decide suspender su trabajo letal…
“Las intermitencias de la muerte” José Saramago.
El Encuentro Internacional de Conflicto y Crimen Organizado que la Fundación Ideas para Paz (FIP), la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional (GITOC), el pasado 31 de enero y 1 de febrero de 2023, sirvió de escenario para escuchar al Presidente del Congreso Roy Barreras, al senador Ariel Ávila, al Fiscal General Francisco Barbosa y a distintos expertos nacionales e internacionales sobre uno de los temas centrales del Gobierno del presidente Gustavo Petro, como es el de la Paz Total.
Uno de los objetivos centrales de la Paz Total, a través de los diálogos de paz con el ELN y algunos grupos de las disidencias de las FARC, así como el sometimiento o “acogimiento” con distintas grupos criminales organizados, se orienta fundamentalmente a reducir las variadas manifestaciones de la violencia que se presentan en áreas urbanas y rurales del país, protagonizadas por estas organizaciones criminales, que afectan de manera grave la seguridad y bienestar de los ciudadanos, los derechos humanos, en particular el derecho a la vida, la integridad personal, la libertad de tránsito y el disfrute del patrimonio.
En concreto, se busca reducir el asesinato de líderes comunitarios y de DD HH, las masacres, los desplazamientos, los confinamientos, las amenazas, en general reducir los homicidios en el país y avanzar en el control Estatal de algunos territorios que gobiernan las distintas organizaciones criminales; una estrategia de reducción de la violencia y de la delincuencia focalizada, que hasta el día de hoy tiene un ejemplo para mostrar con el cese de enfrentamiento entre dos bandas en Buenaventura, los “Shotas” y los “Espartanos” con la reducción de los homicidios que venían creciendo en los últimos años en esa ciudad, se pasó de 113 casos en 2019 a 194 en 2021 y el año pasado bajó a 111 homicidios registrados.
Hay que anotar que hoy cerca del 70% de los homicidios dolosos corresponden al accionar de estructuras criminales, a través del sicariato y del asesinato de ciudadanos en medio de un hurto y otros actos delincuenciales. Con estas cifras resulta relevante los esfuerzos de la Paz Total, que deben ir acompañada de una contundente política de seguridad ciudadana que enfrente, en el marco del Estado de Derecho, a las organizaciones delincuenciales que persisten en su accionar criminal.
El derecho a la vida garantiza el disfrute de los demás derechos.
El proyecto del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia, potencia mundial de vida 2023, 2026” que presentó el Gobierno de Gustavo Petro al Congreso contiene dos metas que apuntan a reducir las muertes violentas en el país, los homicidios y las muertes en siniestros viales, una muy conservadora y la otra muy ambiciosa.
En el caso de los homicidios, en Colombia en 2022 se cometieron, según cifras del Ministerio de Defensa, 13.896 homicidios; en promedio se registraron 38 asesinatos diarios, que representó una tasa de 26,9 homicidios por cada 100.000 habitantes. Frente a esta tasa de violencia homicida el Gobierno actual propone en cuatro años reducirla a 24,4[1], es decir una reducción anual de 180 homicidios, como se puede ver en el siguiente cuadro:
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Una meta poco ambiciosa si se tiene en cuenta que el objetivo central de la Paz Total es reducir las distintas manifestaciones de violencia, que generan las organizaciones armadas y delincuenciales que operan en el país, en particular reducir los asesinatos de líderes, ciudadanos en general y de personas vinculadas a actividades delincuenciales.
Frente a la cifra de 38 homicidios diarios en promedio que se cometieron el año pasado, se podría poner una meta de reducir un homicidio diario en todo el país, lo que daría una reducción de 365 homicidios anuales y al final del periodo (2026) se tendría una tasa de 23 homicidios por cada 100.000 habitantes, y si fueran dos homicidios diarios, es decir que en el país no mataran en promedio 38 personas diarias, sino 36, al final del periodo, en 2026, se tendría una tasa de 20,4, como se puede ver en el siguiente cuadro:
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La apuesta y logro de una meta ambiciosa y posible por parte del Gobierno en este campo sería el resultado más importante de la Paz Total. Una meta de país donde el Presidente, con base en la Constitución y las leyes, puede comprometer a los gobernadores, alcaldes e instituciones de seguridad y justicia en su logro. Hay que anotar que la meta que se imponga el gobierno no es solo para que la asuma y la cumpla la Policía, debe ser una meta de todas las instituciones de seguridad y justicia, incluidos los alcaldes y gobernadores.
En lo que hace a la meta de reducción de fallecidos en siniestros viales, en el documento del Plan Nacional de Desarrollo, primero, hay que ajustar la línea base al año 2022, donde se produjeron 8301 fallecidos, y segundo, si se mantiene la meta de bajar esta cifra a 5.723 en 2026, como lo expone el Plan, se pasará de una tasa de 15,6 fallecidos en siniestros viales por cada 100.000 habitantes en 2022 a 10,6 en 2026, es decir que hay que reducir en 645 casos anuales durante los próximos cuatro años, como se puede ver en siguiente cuadro:
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Una meta muy ambiciosa si se tiene en cuenta que desde 2018 los fallecidos en siniestralidad vial no han dejado de crecer, salvo el año 2020 que por los aislamientos por el COVID se redujeron los riesgos de siniestralidad; se pasó de 6.754 fallecidos en siniestros viales en 2017 a 8301 en 2022, como se puede ver en la siguiente gráfica:
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[1] En el documento del Plan Nacional de Desarrollo “Colombia, potencia mundial de la vida 2022, 2026” maneja dos cifras distintas de la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes, Una con las cifras de la Policía Nacional SIEDCO (13.442. ver Indicadores de primer nivel pág. 54) y la otra con las cifras que maneja el Ministerio de Defensa (13.896. Pág. 57), que incluye los “abatidos” en uso legítimo de la fuerza.