En múltiples oportunidades y escenarios he hablado de la importancia de dar el debate del articulado del Plan Nacional de Desarrollo, uno que en lo personal he defendido y que me ha gustado porque fue construido con las personas y es el primero en la historia que se construye desde abajo para ser el que dé el cambio hacia la paz total y aunque soy consciente de sus múltiples fortalezas, considero que se deben revisar sus falencias.
Uno de los puntos que considero necesita dar la discusión es el tema de las transferencias de energías no convencionales que en principio no tenía tributo y con la reforma pasó a 1 %; ahora en el Plan Nacional de desarrollo se propone que pase al 6 % y esto es algo que buscaremos modificar.
Hay un aspecto muy importante y es que justo cuándo se habla de transición energética subir el porcentaje de esta manera podría desincentivar la inversión y podría frenar el desarrollo del país en este renglón. Estamos en un momento importante para el país en materia energética pero también porque se discute la hoja de ruta de los próximos cuatro años y por eso se puede corregir las fallas de los artículos que podrían ser contraproducentes y en consecuencia, evitar que se afecte a sectores como el de las energías renovables.
Nuestro compromiso es con el país y nuestro propósito es que podamos tender puentes y dialogar para que el Plan Nacional de Desarrollo represente a las mayorías y deje tranquilos a los empresarios o a los sectores económicos, pero también a los territorios, por ello las alertas generadas por los gremios deben ser tenidas en cuenta para crear juntos mesas de trabajo para evitar poner en riesgo el curso de la transición energética en Colombia.
Desde mi lugar en la Cámara de Representantes, buscaré ser un garante para que no se ponga en riesgo el gremio de las energías no convencionales, para que la transición energética se dé y para que el Plan Nacional de Desarrollo responda a las propuestas que como Coalición le ofrecimos a Colombia.
Representante a la Cámara