El exacalde de Bogotá Antanas Mockus se hace digno de que se le dedique la famosa frase del personaje de Chespirito interpretado por Florinda Mesa, al que le apodan la Chimultrufia, porque cuando ella quiere justificar sus constantes cambios en su manera de pensar se le escucha decir: “Como digo una cosa, digo otra”. (Opinión)
Antanas una vez más deja sorprendidos a prácticamente todos los bogotanos con su adhesión a Enrique Peñalosa, a quien hace unos años no quiso apoyar por no haber rechazado el apoyo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien Mockus consideraba como el mejor ejemplo en la práctica del todo vale.
Puede ser que ahora Mockus considere a Peñalosa la persona ideal para enderezar el rumbo en la ciudad, pero el exacalde debería tener en cuenta una cosa, y es que su nuevo mejor amigo en ningún momento ha hecho rompimiento alguno con el expresidente Uribe, de hecho, cuando arrancó la campaña por Bogotá, este hacía un llamado al Centro Democrático para realizar una encuesta junto a Rafael Pardo y Marta Lucía Ramírez para enfrentar al candidato de la izquierda.
Me pregunto si es que Mockus se ha puesto a pensar que en el caso de que Enrique Peñalosa gane la Alcaldía Mayor de Bogotá, el primero en subirse al carro de la Alcaldía Mayor de Bogotá va a ser Álvaro Uribe Vélez, de hecho, a través de Marta Lucía Ramírez, tiene ya una puerta abierta.
También me pregunto si es que Mockus no conoce o no sabe que quien está tras la candidatura de Enrique Peñalosa es el vicepresidente Germán Vargas Lleras, un maestro en nuestro país en todo lo que tiene ver con politiquería y manejo de maquinarias políticas, práctica que el exalcalde ha rechazado tajantemente.
¿Será que el exalcalde tampoco sabe de la relación cercana de Vargas Lleras con Alberto Ríos, contratista de las basuras en Bogotá?; ¿En su adhesión a Enrique Peñalosa le habrá exigido cero tolerancia con este tipo de personas?. Lo dudo, de hecho no creo que el ahora candidato, en caso de que llegue a ser alcalde se atreva a negarle alguna petición al vicepresidente.
Este tipo de volteretas de Antanas Mockus, son las que uno no entiende y por las que últimamente se hace ver como una persona bastante incoherente, porque en lugar de aprovechar su prestigio y reconocimiento, haciendo las recomendaciones necesarias a toda la clase política nacional sobre transparencia y buen gobierno, manteniendo eso sí, independencia total de cualquier candidatura, por buena que parezca, se dedica a apoyar la aspiración de una persona que detrás tiene una serie de personajes a la espera de su triunfo para hacer de las suyas.
Lamentable si resulta ver Antanas Mockus, hoy aquí, mañana allá y después quien sabe dónde, tratando de buscar el sol que mejor le alumbre, como lo haría cualquier político tradicional. Recordemos que luego de hacerse elegir alcalde de Bogotá por primer vez, decidió que era mejor ser presidente, por lo que renunció al cargo, para darse cuenta de que no era tan famoso como pensaba y arroparse en la fama que ganaba Noemí Sanín como su fórmula vicepresidencial, por lo que se esperó que junto ella conformaría una tercera fuerza política. Sin embargo no fue así, a los pocos meses se retiró y se introdujo a una pileta en la Parque Nacional de la capital pidiendo perdón a los ciudadanos por haberlos abandonado y entonces lanzarse nuevamente a una segunda alcaldía.
Luego de terminar su periodo como alcalde mayor de Bogotá, decide crear un partido y une fuerzas con Peñalosa, Lucho Garzón y Sergio Fajardo, en donde se esperó verlo construir una fuerza política que le rescatara la ética y transparencia a la política en Colombia, sin embargo no fue así, luego de pelearse con su ahora mejor amigo, decidió que era mejor salirse del Partido Verde y apoyar a Gina Parody en su idea por lograr la alcaldía mayor de Bogotá, para después pedir pista en el movimiento del que se acababa de salir.
Ahora para seguir con su cúmulo de incoherencias, sale a apoyar a Enrique Peñalosa, sin tener en cuenta primero que el gran apoyo político del exalcalde para retornar al Palacio de Lievano, es el partido Cambio Radical, movimiento que parece haberse convertido en una toda una asociación para delinquir, porque muchos de sus nuevos militantes y aspirantes a cargos de elección popular, tienen de todo, menos de transparencia, bandera por la que se supone lucha Antanas Mockus.