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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Enrique Peñalosa

Diferencias entre Uribe y Peñalosa por idea de intervención militar a Venezuela

El exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, desde su cuenta de X manifestó su desacuerdo con la propuesta del expresidente y líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, para que, según él, con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas se intervenga militarmente a Venezuela para forzar la caída del régimen de Nicolás Maduro.

“Los líderes colombianos no deben estar hablando de intervenciones militares en Venezuela, ni colombianas, ni de ningún ejército extranjero. Una cosa es rechazar la dictadura, y otra muy distinta eso. Además de ser absurdo considerar siquiera esas acciones, ese lenguaje de injerencia internacional sólo fortalece a Maduro”, escribió Peñalosa en la red social.

Las afirmaciones del exmandatario de la capital del país se dieron luego de la posesión de Nicolás Maduro en la presidencial del país vecino y el expresidente Álvaro Uribe propusiera conformar una fuerza militar de carácter internacional para intervenir por la fuerza a Venezuela.

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Critican a Peñalosa por asegurar que TransMilenio es mucho mejor que un Regiotram

El exalcalde de Bogotá Enrique Peñalosa sostuvo una discusión en la red social X, con el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, luego de asegurar que el proyecto de Regiotram del Norte representa un peligro y que sería mucho mejor pensar en un TransMilenio en este corredor.

Desde su cuenta de X, el gobernador de Cundinamarca Jorge Rey, respondió lo siguiente:

Estas declaraciones las hizo el exalcalde luego de conocer la trágica muerte de la joven Juanita Cárdenas, hija de diputada de Cundinamarca, quien perdió la vida luego de ser atropellada por el Tren de la Sabana en el sitio conocido como Puerta del Sol en el municipio de Cajicá, Cundinamarca.

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Peñalosa se decanta contra Petro y Bolívar por el Metro

A pocos días de las elecciones regionales, el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, se pronunció en contra de la candidatura de Gustavo Bolívar y contra las nuevas declaraciones del presidente Gustavo Petro con respecto al Metro de la ciudad.

“Si no quiere tener el Metro de Bogotá funcionando en 2027, sino en el 2035, vote por el candidato a la alcaldía de Petro, el que apoyaba a la Primera Línea que destruía la ciudad y paralizaba el transporte, obligándolo a caminar horas y horas”, dijo Peñalosa.

Sobre las declaraciones acerca de la supuesta financiación del 100 % por parte de la fase que va de la 72 con carrera 11 hasta Engativa y Suba.

“No es una modificación al contrato, sino una nueva licitación. Eso representa otra estructuración, otros créditos y otros 4 años solo para licitar. Y peor: toca indemnizar a los chinos. Lo que implicaría detrimento patrimonial y cárcel”, afirmó Peñalosa.

Gustavo Bolívar es actualmente uno de los opcionados junto a Juan Daniel Oviedo, Carlos Galán y Rodrigo Lara para ganar las elecciones por la Alcaldía de Bogotá este domingo y el Metro de Bogotá ha sido uno de los temas con más polémica.

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Petro dijo que no permitirá la demolición de la torre central del Hospital San Juan de Dios y culpó a Peñalosa por el poco avance en su recuperación

Durante la reunión con la comunidad que vive en la localidad de Engativá en Bogotá, el presidente Gustavo Petro recordó que durante su alcaldía en la capital del país se adquirió el Hospital San Juan de Dios y que la idea era convertirlo en el mayor centro de salud del país y que su sucesor Enrique Peñalosa cambió los objetivos del proyecto.

“A mí me sucedió (Enrique) Peñalosa y lo que pensó Peñalosa fue en cómo dinamitarlo y construyó un contrato con una firma española que tiene como objetivo, como objetivo no, pero una de sus cláusulas es demoler el San Juan de Dios, el edificio central y fusionarlo con el hospital Santa Clara”, manifestó.

Esta decisión, enfatizó, era que “el pueblo se olvide, en su memoria, que existió un hospital que se llamaba el Hospital San Juan de Dios, que Bolívar y Santander se lo expropió a los españoles para ponerlo al servicio de la ciudadanía bogotana”.

Aseguró que el Ministerio de Cultura tiene una orden que no se ha cumplido en un año.

“Y es que, explícitamente, firma la carta el ministro y firma la carta el presidente, que debe decir que la Torre Central del Hospital San Juan de Dios, por ser patrimonio nacional, por Ley de la República, no se va a demoler, no se va a dinamitar, se tiene que restaurar como el patrimonio nacional que es. Eso lo prometimos en campaña y eso se tiene que cumplir”, enfatizó.

Explicó que esa carta le servirá a la administración distrital para liquidar el contrato o para que se modifique. “Pero la Torre Central del Hospital San Juan de Dios no se demuele y no se fusiona con el Hospital Santa Clara”, reiteró.

Peñalosa no buscará una tercera alcaldía

El exalcalde Enrique Peñalosa Londoño, despejó las dudas que existían sobre si buscaría un tercer período en la Alcaldía de Bogotá, diciendo no a quienes le insistieron.

Sectores de derecha y centro derecha invitaron al exmandatario en pensar en una nueva candidatura a la Alcaldía de Bogotá, dada su experiencia y conocimiento sobre la ciudad capital de Colombia.

Peñalosa agradeció a quienes pensaron en su nombre que estaba, pero asegura que no quiere generar más división en la capital del país.

“Creo que mi mejor contribución hoy es no generar división entre los que consideramos que los gobiernos de izquierda de Petro y de Claudia López le están haciendo daño a la ciudad y al país”, añadió Peñalosa.

El exalcalde prometió vigilancia al debate por la Alcaldía de Bogotá y dijo además que desde la independencia seguirá haciendo veeduría al gobierno del presidente de Gustavo Petro.

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El toma y dame entre Claudia López y Enrique Peñalosa

El exalcalde Enrique Peñalosa desde su cuenta de Twitter criticó la manera en como la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, viene ejecutando algunos proyectos.

“Claudia López no es buena para gerenciar, solo para hablar (y gritar). Tanto show de que TransMilenio era malo y que ella haría mucho metro, no va a dejar contratado un centímetro de la famosa línea 2”, dijo el exalcalde.

Y recordó que durante su segunda administración se dejó “contratada la línea de metro y varias obras que están en construcción como la troncal de TransMilenio por la Avenida 68 por ejemplo.

De inmediato la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, respondió desde su cuenta de Twitter:

“Qué mezquindad y mala onda con Bogotá. Suba y Engativá tendrán metro subterráneo. Hicimos en 4 años lo que se demoró 20 para la Línea 1: estructurar, conseguir la plata y la contragarantia. Este año abre la licitación y el entrante se adjudica. Cómo dice la canción: “Sufre mamón…”, dijo.

El metro por la Caracas debe ser subterráneo. Una visión

Jaime Acosta Puertas

Jamás el exalcalde Peñalosa tuvo razón con el metro para Bogotá, porque él cree que unas gigantescas tractomulas sustituyen un tren, que buses grandes sustituyen a un metro, y que un alimentador elevado (él lo llama metro elevado) en medio de calles angostas es mejor que un metro subterráneo. Y a la alcaldesa Claudia López le da lo mismo el uno que el otro con tal de que no dañe sus aspiraciones políticas.

No me voy a detener en las discusiones técnicas de cual es mejor, cuando ni siquiera están los estudios fase tres del alimentador aéreo de Peñalosa que Claudia abraza por conveniencia personal más no por conveniencia para la ciudad. El nivel de los estudios es una especie de híbrido fase 2.5, que nadie entiende, y se entiende menos que la alcaldesa no hiciera los estudios fase tres, sino que aceptó la concesión tal cual se la dejó Peñalosa. Al concesionarse, los estudios finales no fueron necesarios, sino que lo harán los chinos en la medida que avance el proyecto.

Ahora bien, si una parte es un alimentador elevado, y otra parte es un metro subterráneo, amerita una reflexión distinta sobre el tramo por la Caracas.

La Caracas un desastre urbano es también la ciudad del futuro.

Bogotá es una ciudad que se ha caracterizado por impulsar importantes desarrollos urbanos y después abandonarlos. La Décima se hizo a la par de la Avenida Paulista en Sao Paulo, mientras aquella está destruida cuando dos cuadras arriba están las sedes de los tres poderes del Estado y otras instituciones, la Avenida Paulista es un referente que la ciudad se ha preocupado por conservar y desarrollar.

Un recorrido por la Caracas desde la calle Primera de Mayo hasta la calle 80, muestra un desastre urbano. Solo un proceso de renovación pleno de nuevos contenidos puede rescatar algunos espacios, como el barrio Carvajal, la iglesia del Voto Nacional, y sobre todo la aglomeración de hospitales, en su mayoría públicos, ubicados en torno al San Juan de Dios, que aún escapa a convertirse en ruina.

Hace doce años se pensó que se podría desarrollar como una aglomeración de salud, y se hizo un proyecto que se llama Ciudad Salud Región para atender pacientes de menores y bajos ingresos y también a gente de los municipios vecinos a la capital en atención de alta complejidad, así  como para hacer investigación, impulsar el emprendimiento en temas de salud, más recreación, cultura, educación y vivienda.

Ese proyecto le ha quedado grande a los alcaldes: Solo Clara López lo entendió y apoyó en su corta administración. Petro avanzó hasta recuperar para Bogotá el San Juan de Dios que estaba en manos de la Beneficencia de Cundinamarca. Peñalosa no lo miró, e hizo lo único que sabe hacer: tumbar el barrio San Bernardo para darle espacio a alguna constructora. Claudia no tiene visión para ese tipo de iniciativas. Resulta que este proyecto solo está a dos cuadras de la Casa de Nariño. Así como el barrio Las Cruces, deprimido e inseguro, pero con un enorme potencial de revitalización.

Sería bueno que el presidente Petro, de la mano de la Ministra Corcho, lo revise, entre otras razones porque sería un ejemplo de renovación de un espacio público para la salud, para eso fue pensado hace más o menos un siglo, y que se vino a menos por la ley 100 y por el sesgo a privatizar el sistema. Sin embargo, gracias a sus directivas, el Instituto Cancerológico es unos de los principales centros a nivel internacional en su especialización.

La figura muestra los hospitales (H) ahora localizados y los nuevos que se construirían con el correr de los años.  También están los centros de investigación (verde), un centro de emprendimiento y espacios para pymes de una industria de salud de alta tecnología (amarillo). La importancia de la cultura y la recreación en torno a la salud, utilizando el generoso espacio público que va de la carrera décima hasta la Caracas, donde hay importantes edificaciones que son patrimonio histórico.  Asimismo, la educación (anaranjado) de distinto tipo y nivel, es clave. Y se pensó en edificar para vivienda (violeta) preferentemente para personas que trabajen en los hospitales y clínicas del proyecto. Fuí asesor de este sueño.

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Desde la Ciudad de la Salud hasta llegar a la calle 26, salvo una que otra pieza arquitectónica, lo demás es una decadencia absoluta que lo mejor que le puede suceder es que la tumben.
Avanzando por la Caracas, a partir del costado norte de la 26, está todo el complejo de edificios de uso público, privado y el Museo Nacional, conocido como el Centro Internacional, donde está el proyecto Atrio, el cual está construido en una primera fase, a partir de un bello edificio, el más lindo de la Colombia moderna, y del cual aún está pendiente la otra torre, más alta, y la recuperación de la plazoleta del Centro de Convenciones, donde hay una escultura de Ramírez Villamizar, pero que debería acoger más esculturas de nuestros grandes artistas: Negret, Botero,… De ahí hasta la calle 80, por la misma Caracas, una que otra pieza arquitectónica, uno que otro edificio nuevo sin ninguna generosidad urbanística ni despliegue estético, lo demás hay que demolerlo.

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Así las cosas, imaginémonos la Caracas como un pedazo de ciudad destruido por una guerra o un terremoto, con algunas edificaciones que se salvan. La Caracas está degradada en un 80%. En estas condiciones, el alimentador aéreo de Peñalosa para los buses rojos de Transmilenio, sería un corredor aún más horroroso y peligroso, porque no habría condiciones para una reestructuración urbana, que solo sería posible si se arrasan los costados oriental y occidental de la Caracas. Y esta es una perspectiva imposible.

El metro subterráneo abriría la posibilidad de un desarrollo urbanístico donde cabrían los buses eléctricos de Transmilenio, permitiría crear espacio público, prolongar el centro internacional hacia el norte hasta la calle 39 integrando el conjunto de edificios donde está Ecopetrol, que ya amenazan ruina, y de ahí en adelante, para pensar una nueva ciudad en el núcleo central de la localidad de Chapinero.

No solo se trata de tumbar edificaciones precarias en estado espantoso, para reemplazarlos por nuevos y feos edificios, que ya aparecen, sin ninguna generosidad estética. Se trata de pensar un mega proyecto de ciudad del futuro que recupere también la carrera 13, otro adefesio que no vale ni un peso. E integre otras piezas y zonas de la ciudad: Museo Gaitán, Teusaquillo, integrar el distrito de las artes que va por la carrera 17 de la calle 57 hasta el barrio San Luis.

Además, habría que hacer una intervención igual por la carrera 15 desde la calle 72 hasta la calle 100.

Esta es una visión de desarrollo a  cincuenta años para la ciudad de los siguientes doscientos años, porque ahora no vale nada.

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este corredor de la Caracas, de la calle 26 hacia el norte, se integraría con la Carrera Séptima, otro proyecto que le ha quedado grande a los alcaldes, a la alcaldesa y a la ciudadanía, que también intereses, algunos escondidos puesto que solo buscan un beneficio personal.

Se trata de mucho más que un metro subterráneo. Se trata de diseñar la renovación para construir una nueva ciudad en un tramo del sur al norte, que conecte en la Estación Central (calle 26) al aeropuerto, donde se desarrolla en la zona de Corferias el Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación, que lo llamaría Innobo, como se llamó en sus primeros estudios hace doce años, así como el eternamente aplazado proyecto de renovación del CAN. Me ocuparé de este tema en otra columna.

Entonces, un tramo subterráneo de la primera línea del metro es necesario hacerlo pensando la Caracas como una nueva ciudad de la gran ciudad. Se densificaría con generosidad en su diseño integral: espacio público, vivienda de calidad, cultura, arte, educación, investigación, emprendimiento, ciclo vías, y solo motos eléctricas y vehículos eléctricos por las carreras 13, 15 y 16. Desparece el transporte público por la carrera trece, y de esa manera la nueva ciudad se integraría con el viejo centro, el de siempre, lo que significa que la Caracas y la carrera 13 hacia el sur de la calle 26 hasta encontrarse con la Ciudad de la Salud, tendría que beneficiarse de otro proyecto de reestructuración urbana para estratos de medianos bajos ingresos.

Es frustrante ver como Colombia no puede con grandes proyectos, con grandes sueños, con grandes iniciativas de ciudad, con grandes utopías de nación. Una dirigencia precaria, con cerebro reducido y en gran parte corrupta y violenta, hace imposible los cambios y visiones que se necesitan. Colombia sería una nación maravillosa si la dirigencia fuera otra. Mientras ese milagro sucede, el metro subterráneo acompañado de un gigantesco proceso de transformación urbana diseñado por los mejores arquitectos de Colombia y del mundo, tendría unos retornos económicos, culturales, sociales y políticos, monumentales.

 

 

El metro elevado de Peñalosa: una trampa para Bogotá

Nos han metido en un falso dilema: que si metro elevado o que si metro subterráneo. Es claro que un metro subterráneo siempre será la mejor opción para las zonas céntricas de la ciudad, eso es una evidencia indiscutible expresada en todos los sistemas de metros exitosos del mundo. Pero el problema real va más allá:

Lo que realmente está en juego hoy es si construimos un alimentador elevado de Transmilenio, que perpetúa este perjudicial modelo de transporte, o si transitamos definitivamente a un modelo multimodal, basado en una red de metros subterráneos que articulen toda la ciudad de forma eficiente y sostenible.

La primera línea del metro elevado que concibió Peñalosa y ejecutará Claudia López viene envenenada: al mismo tiempo que se construyan los 24 kilómetros de la primera línea, se construirán 57 km de nuevas troncales de Transmilenio (Carrera 7ma, Avenida 68, Avenida Ciudad de Cali y Calle 13) para asegurar la hegemonía del Transmilenio como elemento estructurante del transporte de Bogotá.

Y si a los 57 kilómetros de nuevas troncales le sumamos los 113 de kilómetros de troncales existentes estamos hablando de 170 kilómetros de Transmilenio esparcidas por toda la ciudad, versus una línea de metro elevado de 24 kilómetros.

Pero no solo eso. Mantener la hegemonía del Transmilenio nos va a costar un insostenible problema de movilidad a futuro en el corredor oriental de la ciudad: el Transmilenio por la 7ma eliminará el tráfico mixto (carros particulares, taxis, ambulancias, buses escolares) de sur a norte y la primera línea del Metro entroncada en la troncal de Transmilenio de la Caracas eliminará totalmente el tráfico mixto entre la calle 22 y Los Héroes.

Esto es sumamente preocupante teniendo en cuenta que el corredor oriental desde el centro hasta la zona empresarial concentra la mayor afluencia de viajes en la ciudad y que los mayores afectados con la eliminación del tráfico mixto son las poblaciones más empobrecidas (pues la mayor parte del parque automotor de la ciudad pertenece a estratos 1, 2 y 3).

Pero estamos a tiempo de salir de esa trampa. La ciudad está ante una gran oportunidad de girar hacia un sistema de transporte multimodal en donde Transmilenio no sea el centro, sino apenas una parte articulada a un verdadero sistema multimodal donde el metro subterráneo juega un papel fundamental.

Por eso hoy me la juego totalmente por un metro subterráneo robusto que tenga la capacidad de transportar la demanda de transporte del borde oriental de la ciudad y que libere el espacio en la superficie para profundizar otros modos de transporte.

Vamos por el metro subterráneo ya.

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El egómetro de Claudia y Peñalosa

Durante los últimos días hemos visto como el Metro de Bogotá ha vuelto a ser objeto de polémica a raíz de la sugerencia del presidente Gustavo Petro de pedir que se haga por lo menos uno de los tramos subterráneos.

Cuando Petro fue alcalde de Bogotá adelantó los estudios de ingeniería para que el Metro fuera bajo tierra, con un trazado desde Bosa, hasta la Calle 127 con Carrera 9. El costo de este proyecto se estimó en ese entonces en $13,9 billones, pero la devaluación y otras consideraciones hicieron que el CONPES dispusiera su recorte hasta la Calle 100 con Carrera 11.

Posteriormente Peñalosa llega a la alcaldía de Bogotá y desconociendo los avances que se tenían eligió hacer más troncales de Transmilenio y un metro elevado de muy baja capacidad con estaciones cada 1.5 kilómetros o más, anteponiendo su ego a la ciudad y sus necesidades y de paso desata la discusión entre metro elevado o subterráneo que no le ha permitido a Bogotá avanzar lo suficiente.

Con la llegada de Claudia López a la alcaldía y con un discurso anti Peñalosa y su metro elevado llega a dirigir la capital donde pronto olvido sus discursos y ahora defiende la realización de ese metro con unos pequeños avances y se encuentra en una puja en la que antepone su ego a la razón.

La realidad es que los costos adicionales en los que se incurriría son inferiores a los que traería para la ciudad el metro elevado pues según se ha conocido por parte de la empresa Metro de Bogotá, a casi cuatro años de la firma de la concesión el consorcio chino aún no ha presentado la totalidad de los estudios y diseños del proyecto.

A pesar del ego de la alcaldesa y de sus declaraciones, las condiciones están dadas para que el metro subterráneo se dé y cumplirle a la capital con una movilidad sostenible de calidad. Es el momento de anteponer el bien colectivo, negociar, buscar consensos y salir de la espiral de los últimos años en los que los bogotanos siguen viendo el metro en su imaginación y como una utopía.

 

Unidad Deportiva del Salitre, otro ‘elefante blanco bogotano’

El debate por los retrasos y abandono de  la obra de reforzamiento y modernización de la Unidad Deportiva El Salitre llegó una vez más a la plenaria del Concejo de Bogotá, en donde quedaron las dudas sobre la manera en cómo se licitó la adjudicación del contrato, su ejecución y los procedimientos de la empresa con la que se firmó la obligación contractual.

El proceso de remodelación de la Unidad Deportiva el Salitre entró en proceso de remodelación y refuerzo estructural en diciembre del 2018, durante la segunda administración de Enrique Peñalosa. La obra fue adjudicada a la Unión Temporal San Antonio IDRD Reforzamiento Asemain por un valor de $11.816.242.707.

De este valor, según lo expuesto durante el reciente debate por el concejal de la Alianza Verde, Julián Espinosa, al contratista se le entregó un anticipo de $ 4.585.171.711. La firma dejó la obra abandonada, perjudicando a 250 mil deportivas que practicaban diferentes disciplinas.

La Unión Temporal estaba conformada por las firmas INCOEQUIPOS (Ingenierías Construcciones y Equipos Incoe S.A.S.), Asecaf y Construcciones Maja S.A.S.

Según las indagaciones del cabildante Espinosa, la Unión Temporal San Antonio Reforzamiento Asemain, se ganó el contrato gracias a que la licitación pública se hizo “a la medida”. Por ejemplo, en la etapa precontractual, “hubo un incumpliendo al adaptar en una sola certificación once contratos como si se tratara de uno solo. Dicha situación, fue alertada por otros oferentes, pero el comité evaluador hizo caso omiso”.

Espinosa reveló que, otro de los miembros de la Unión Temporal San Antonio, la empresa Asecaf S.A.S., tenía antecedentes, cuando hizo parte de la renovación de la PTAR de Puerto Mallarino, en la cual presentó una certificación bancaría de ITAÚ, casi idéntica a la presentada en el caso Centros Poblados, que las directivas de la entidad bancaria señalaron como falsa. Cosa que también fue pasada por alto por el comité jurídico y técnico.

“Todo en este entuerto jurídico huele mal desde donde se le mire, cómo es posible que la interventoría inicial, Consorcio SB, se haya visto obligada a ceder el contrato porque uno de sus miembros estaba inhabilitado; aunque menos mal cedieron el contrato, ya que durante sus revisiones pasaron por alto detalles como que las facturas no coincidían con los gastos”, explicó Julián Espinosa. La interventoría, consorcio SB, aprobó los desembolsos por un valor de $4.577.216.641 de los cuales nunca se legalizaron

Fotos: Unidad de Apoyo Normativo/Concejal Julián Espinosa

De acuerdo con los hallazgos de la Contraloría Distrital, las investigaciones de responsabilidad fiscal, encontraron a 10 personas que se encuentran vinculadas en este incumplimiento.

La concejal Lucía Bastidas por su parte, recordó que, durante la administración de Enrique Peñalosa, en el Instituto Distrital de Recreación y Deportes, se adjudicaron más de 200 procesos de contratación todos mediante licitación y que solo el de la Unidad Deportiva El Salitre presentó fallas por el incumplimiento del contratista y que desde el 2021 se hicieron las primeras advertencias.

Bastidas cuestionó que durante el proceso administrativo que busca sancionar al contratista que incumplió con la ejecución de la obra se hallan celebrado 53 audiencias públicas, cuando según ellas, “con un máximo de cinco bastaban”.

Recordó además que, por mal manejo del anticipo entregado para el inicio de la obra, la Alcaldía de Peñalosa puso en conocimiento a la Fiscalía para que indagara sobre el asunto.

Blanca Inés Durán, actual directora del IDRD explicó que la entidad ha realizado el trabajo jurídico necesario para desentrabar la obra y tratar de solucionar los problemas legales que existen y que están perjudicando a los diferentes deportistas en Bogotá.

Dijo además que la interventoría contratada por la Administración de Enrique Peñalosa, en ningún momento alertó sobre posibles riesgos ni había medidas contundentes y que por tanto no se podía sancionar.

Según la explicación que dio la funcionaria, el contratista inicial no estaba cumpliendo con los pagos a proveedores, ni al personal de la obra y según ella, “es extraño que la administración del momento no lo haya notado”.

Durán aseguró que culminado el contrato se interpusieron acciones en la Fiscalía para que diera apertura a las investigaciones.

El IDRD adelanta acciones como la declaración del siniestro y resolviendo los recursos para desentrabar la obra y dar cumplimiento a los procesos sancionatorios.

La Unidad Deportiva el Salitre ha servido como escenario para la formación de miles de deportistas jóvenes en Bogotá, en diferentes categorías que hoy se encuentran dispersos por la ciudad por cuenta del incumplimiento de la Unión Temporal San Antonio IDRD Reforzamiento Asemain.

Las instalaciones de este centro deportivo, de acuerdo a la investigación del concejal Julián Espinosa,  se encuentran se encuentra destechada en el módulo A y B; el piso de las ligas esta descubierto; en los baños, no hay enchapes de pared, ni de piso; las paredes están en ladrillo; en la zona norte no hay ladrillo y se encuentra construido en Dry Wall y la cimentación presenta varias piezas estructurales con sus respectivos hierros fundidos en concreto para montar las estructuras metálicas nuevas.

Por este hecho los órganos de control en Bogotá y la Fiscalía General de la Nación abrieron los procesos respectivos para recuperar los dineros entregados y encontrar a los responsables de lo que algunos consideran como “un nuevo elefante blanco”.

 

 

 

¿Jugando con el metro?

Desde el día en que se volvió a hablar de un sistema metro para Bogotá, no faltó los que se opusieran a esa idea, el primer de ellos, Enrique Peñalosa, quien para ese momento se disputaba la posibilidad de regresar a la alcaldía de la capital del país.

La idea de soñar con un metro fue de Samuel Moreno Rojas, aunque suene difícil de creer, y su gran opositor fue el exalcalde Peñalosa quien prometía llegar a una segunda alcaldía de Bogotá con más buses de TransMilenio en su maletín.

En adelante comenzaría el debate por donde debería ir el trazado de la primera línea y en ese tema se fue la Administración de Samuel Moreno, quien salió por la puerta de atrás por cuenta de los escándalos de corrupción que caracterizaron su alcaldía.

Llegó entonces Gustavo Petro, a quien hay que reconocerle la seriedad con la que trabajó los estudios, con la modalidad de metro subterráneo, la misma que cambiaría Enrique Peñalosa a su regreso al Palacio de Lievano por uno elevado.

Valga decir que Peñalosa no retornó a la Alcaldía de Bogotá con el convencimiento de darle continuidad al proyecto, porque en medio de la campaña electoral de 2015 cambió de opinión llevado por la presión mediática de una ciudadanía que ya empezaba a hastiarse de viajar incómoda en los buses articulados.

El reelegido alcalde Peñalosa dijo entonces sí al metro, pero no como lo pensó Gustavo Petro, su más enconado rival. Por supuesto, al cambiar el modelo, retrasó los tiempos de ejecución del proyecto y a pesar de que su entonces secretario de Gobierno, Miguel Uribe Turbay, hoy senador del Centro Democrático, aseguraba que para el 2022 ya estaría rodando la primera línea, era claro que este no se cumpliría, y el tiempo dio la razón a quienes lo dudaron, porque hoy, cuando está a punto de finalizar el 2022, la construcción está muy lejos de terminarse.

Cuando el turno para gobernar a Bogotá le corresponde a la actual alcaldesa, Claudia López, se da continuidad al modelo heredado por Enrique Peñalosa como un gesto de responsabilidad con la ciudad que ya había invertido mucho dinero en estudios de una cosa y la otra y en planes que no se habían llevado a la realidad.

Hoy, cuando por fin se ha avanzado en algo así sea mínimo para lo que es la magnitud de esta obra, aparece Gustavo Petro, esta vez como presidente de la república, pidiendo una revisión de los estudios y sugiriendo que el tramo que corresponde a la Avenida Caracas se haga bajo la modalidad de metro subterráneo, sin tener en cuenta que cualquier modificación no solo retrasa la obra, sino que además incrementa el valor que se debe invertir.

Es curioso que sea precisamente el Gobierno que prometió austeridad en el gasto, se muestre en disposición de aumentar la inversión para cumplir un capricho del primer mandatario. La pregunta del millón no es de donde saldrán los recursos sino a que sector se le quitarán, ¿al de seguridad y defensa de pronto?

Llama la atención además que el presidente pida revisar posibles cambios en el proyecto sin tener en cuenta que el contrato firmado no es con la Nación sino con el Distrito a través de la Empresa Metro de Bogotá, lo que obliga a contar con el Distrito para cualquier modificación o sugerencia que se quiera hacer.

Es posible que la construcción de la primera línea del metro no sufra ninguna modificación, pero aun así vale la pena preguntarse si es por lo menos responsable con la ciudad que se continúe en un debate,  de si el metro es elevado o subterráneo, cuando Bogotá necesita soluciones en la movilidad que no dan espera.

No es ni serio ni responsable que se someta a la capital del país a que continúe en medio de la incertidumbre de si puede o no puede desarrollar un sistema de transporte urbano multimodal por cuenta de los caprichos personales de quienes de una u otra forma tienen la capacidad de decisión en su futuro.

 

 

 

 

Metro de Bogotá resucita la vieja enemistad entre el exalcalde Peñalosa y Gustavo Petro

La petición del presidente Gustavo Petro a la empresa china Harbour Engineering y Xi’An Metro, para que se estudie la posibilidad de construir el metro en la parte corresponde a la Avenida Caracas en la modalidad de subterráneo y elevado como se tenía planeado, resucitó la vieja enemistad entre el primer mandatario y el exalcalde Enrique Peñalosa.

Desde su cuenta de Twitter, Peñalosa se pronunció en contra de esta solicitud escribiendo lo siguiente:

El presidente Gustavo Petro respondió recordándole que fue el (Peñalosa), quien cambió el modelo de metro subterráneo por metro elevado:

Acto seguido, en entrevista para Caracol Radio el exalcalde Peñalosa dijo la administración de Petro en Bogotá pidió el diseñó de una línea del metro que no utilizara ningún corredor en el que esté Transmilenio operando o programado, o sea, no podía ir por la Caracas, ni por la séptima. Entonces la única manera de ir del centro hacia el norte por el oriente era la carrera 13 y 11, esas carreras son tan angostas que la única manera de hacerlo era subterránea”.

En la entrevista con la emisora, Peñalosa explicó que el metro que ellos contrataron y que se está haciendo actualmente cuesta la mitad por kilómetro de lo que dice el estudio de la línea dos que hizo la alcaldesa Claudia López, es decir, el subterráneo: “esa cifra de la línea dos se hizo antes de la evaluación del presidente Petro y aun así costaba el doble”.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, desde una reunión con la bancada de congresistas de Bogotá y Cundinamarca, preguntó al Gobierno Nacional si le va a decir a la gente de Soacha, Bosa y Ciudad Bolívar que no se va a construir la tercera línea del metro en su territorio, “¿porque se prefirió hacer un pedazo de metro más bonito a Chapinero? “.

Guerra de insultos entre Martín de Francisco y Peñalosa

El discurso que del presidente, Gustavo Petro, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas sigue causando miles de reacciones ya sean a favor o en contra por lo impactante y extenso que fue ante los demás jefes de Estado.

Una de las personas que estuvo en contra del discurso y salió a cuestionar lo dicho por el mandatario fue el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien dijo que fue absurdo lo dicho por Gustavo Petro en la asamblea, en una de sus publicaciones en Twitter, señaló que: “En la ONU Petro dice frases absurdas que lindan con lo ridículo como: ‘La solución a la migración es volver a que el agua llene los ríos. Emigran… hacia donde está el agua’. ¿De dónde sacan que migran a los EE. UU. por falta de agua o buscando agua?”.

Y fue al rededor de ese tuit que los comentarios comenzaron a llegar, entre esos estuvo el presentador Martín de Francisco, quien no dudó en arremeter en contra de Peñalosa, inclusive lo tildó de “fascista”, fue por esto que la respuesta del exalcalde de Bogotá no dio espera. En su cuenta de Twitter, Peñalosa le respondió a Martín de Francisco, con esta simple frase “¿Está drogado? ¿O su cerebro funciona siempre así?”. 

¿De qué equipo es Petro y los candidatos de las consultas?

Este domingo finalizaron las elecciones legislativas de Colombia y las de las tres consultas que iban a elegir candidato para la primera vuelta presidencial. Gustavo Petro, Fico Gutiérrez y Sergio Fajardo fueron los grandes vencedores. A continuación dejaremos los equipos de los que estos candidatos y otros son hinchas en el FPC (Fútbol Profesional Colombiano).

Francia Márquez

La gran sorpresa de la jornada electoral hace poco mostró su gusto por el América de Cali asistiendo con la camiseta a uno de sus partidos.

https://twitter.com/FranciaMarquezM/status/1484479823217053697

Gustavo Petro

Si bien no ha declarado ser hincha de ningún equipo, sí se le ha visto con la camiseta de Independiente Santa Fe.

Camilo Romero

El exgobernador del Nariño incluso cuenta con la foto de perfil de sus redes sociales luciendo la camiseta del Deportivo Pasto.

Alex Char

Quizá el más obvio de todos, pues su familia es dueña de Junior de Barranquilla.

Enrique Peñalosa

De vieja data se conoce que es santafereño.

David Barguil

El precandidato de Coalición por Colombia llegó a llevarle la camiseta de Jaguares de Córdoba al Papa Francisco.

Sergio Fajardo

Desde su Alcaldía en Medellín se conoce que es hincha del DIM.

Por otra parte, Alejandro Gaviria en varias entrevistas ha declarado ser hincha y fiel seguidor de Atlético Nacional. Y aunque se le ha visto con las dos camisetas de Medellín, Fico Gutiérrez parece estar más cerca de Atlético Nacional.

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Si Bogotá me respalda puedo ganar la consulta: Enrique Peñalosa

Hablamos con el precandidato presidencial Enrique Peñalosa, quien está en la pelea por la candidatura en la Coalición Equipo por Colombia y podría ser ‘el palo’ en la elección de este domingo 13 de marzo, por encima de David Barguil, Alejandro Char, Federico Gutiérrez y Aydée Ramírez.

¿Cuál es su sensación a pocas horas las elecciones?

Mi sensación es que estamos creciendo, que los colombianos a medida que se acerca el día de la votación, se dan cuenta que lo que se necesita es alguien que no se crea un mesías, que no haga promesas locas; sino un empleado que produzca resultados que les mejore la vida, que utilicé cada peso de la manera más eficiente. Alguien que construya más carreteras, más hospitales, más seguridad y entonces están pensando que Peñalosa sería un buen presidente.

Usted podría dar la sorpresa con el voto silencioso, muchos posiblemente votarán por usted, pero no lo manifiestan, ¿Tiene esa misma sensación?

Le cuento algo que no he dicho en ninguna otra entrevista, pero hasta ahora estoy como comenzando a sentirlo y pensarlo; y es que hace 10 meses cuando comenzó esto, había en Colombia una actitud muy negativa, muy pesimista y muy nihilista casi. La gente estaba desesperanzada totalmente y hoy noto que hay un cambio. Hay una Colombia incluso con las pasiones (las pasiones de unos contra otros y demás) con más claridad de que vamos a salir adelante.

Y aunque todavía hay gente cree que la política huele feo, siento una actitud mucho mejor, mucho más constructiva y menos desesperanzada que hace 10 meses.

¿Cuál es su mayor ventaja frente a los demás candidatos de la Coalición Equipo por Colombia?

Primero, he administrado Bogotá que es mucho más grande que las demás ciudades. Hicimos obras que no solamente fueron enormes y transformadoras, sino que fueron muy creativas e innovadoras.

Nosotros comenzamos a hacer a aceras cuando no había una buena acera en Colombia para hacer respetar a los peatones, le quitamos espacio a los carros para dárselo al transporte público y logramos que por primera vez los ciudadanos que se mueven en transporte público fueran más rápido que los del carro, así construimos igualdad.

Inventamos las ciclorrutas, también por la misma razón, logramos que el que va en una bicicleta vieja de $100.000 pesos, fuera igual de importante el que va en un carro de 100 millones de pesos.

Bueno, también soy el mayor y tengo mucha más experiencia en el campo económico.

Usted se muestra como el más liberal dentro de la consulta de la derecha, ¿eso es una ventaja o una desventaja?

Mis amigos me dicen que es un error, porque esta es una consulta supuestamente de derecha. Yo sí tengo una serie de posiciones distintas. Por ejemplo, creo que aunque se le fue la mano a la corte con las 24 semanas (con 12 o 14 es suficiente) respaldo la despenalización del aborto. Creo que no hacerlo simplemente castiga a las mujeres pobres, porque las mujeres de ingresos alto siempre han podido abortar como quieren, con toda la seguridad. Yo definitivamente respaldo eso, con lo cual me diferencio de mis compañeros de coalición.

También creo que no ha servido para nada la fumigación de los cultivos. No me gusta ver a nuestra policía enfrentada a los campesinos pobres. Además, no ha producido ningún resultado, lo único que hace es empujar más y más la producción de coca selva dentro, entonces ahí también hay una diferencia con mis colegas. Y ojo, no es que piense que es buena la droga; de ninguna manera, sino que simplemente hay que buscar las políticas que sean efectivas.

Tercero, también me diferencia con ellos la posición sobre restablecer relaciones con Venezuela. Yo sí creo que es mucho mejor tener relaciones con Venezuela de nuevo, no porque piense que el gobierno venezolano es democrático, sino porque hay que pensar en la gente que vive en la frontera.

Si usted es elegido el candidato de la Coalición Equipo por Colombia y en mayo o junio gana la presidencia, ¿Cuál sería la bandera por la que quiere que se reconozca su eventual gobierno?

Por una construcción de una visión compartida que una los colombianos. Yo creo que todos los colombianos más allá de donde estemos, desde Petro, pasando por el Centro Esperanza, hasta nosotros, todos queremos lo mismo. Queremos que los ciudadanos tengan más ingresos, más empleo y que haya más igualdad. Entonces si queremos lo mismo la discusión sobre los objetivos es sobre cómo alcanzarlos, y eso ya no es una discusión ideológica, sino es una discusión técnica.

Segundo, tenemos que ser mucho más enfocados hacia el exterior. Nosotros tenemos que desarrollarnos, tenemos que integrarnos al mundo, exportar más y traer más turistas.

Tercero, me apasiona y me obsesiona la transformación del Pacífico colombiano. Estamos en el siglo del Pacífico. Colombia necesita el Pacífico y mientras que en el mundo el Pacífico está pujante, moderno, más tecnológico y cada vez más rico, nosotros estamos en la prehistoria.

¿Cuáles son sus propuestas en materia de agenda verde?

La agenda verde tiene muchas patas y se presta para hacer politiquería. En mi caso, lo que propongo para minimizar el calentamiento global es lograr que las ciudades se hagan bien, que se hagan dónde debe ser y como debe ser para que se minimicen las distancias de viaje, se minimice el consumo de energía, se minimicen los gases invernadero, etcétera. Es un tema fundamental.

Segundo hay que continuar impulsando la generación de las energías limpias que este gobierno, así no les gusta a muchas personas, ha hecho mucho en este campo Vamos a pasar casi de cero al 15% de la generación energía eólica y solar.

Tercero, también tenemos el posible potencial de producir hidrógeno que ese es un combustible del futuro.

Finalmente, el tema de las selvas que me obsesiona y me apasiona. Entonces, primero hay muchas maneras de proteger la selva, hay tener mucho cuidado porque este tema de presionar a los campesinos, lleva que se vaya cada vez más adentro a tumbar árboles. Segundo hay que lograr que las comunidades de las zonas ganen en plata por cuidar las selvas. Tercero: Hay que hacer un batallón especial de las Fuerzas Armadas y un trabajo con la Fiscalía, una unidad especial de la Fiscalía para realmente judicialice a los que están destruyendo las selvas y especialmente los parques nacionales.

El turismo ambiental también será una prioridad

Hablemos de números, ¿cuántos votos cree que sacará la coalición este domingo?

Eso sí es solo brujería. Las maquinarias no las miden bien las encuestas, entonces yo sospecho que, por ejemplo, habrá votación mucho más fuerte de la que miden las encuestas.

Yo tengo algo de apoyo del Partido de la U, pero también solamente diría que es un porcentaje, el 25% de la U me apoya en firme, los demás realmente están incluso con otros candidatos, entonces es difícil medir.

Yo creo que nuestra consulta va a tener un alrededor de 5 millones de votos, vamos a estar muy cerca la Petro que puede tener unos 6 millones de votos. Y que quien pueda ganar esta consulta. Yo creo que va a estar relativamente parejo entre todos.

Si Bogotá me respalda con fuerza y yo llegara a tener una tercera parte o una cuarta parte de los votos que hay en la ciudad, ganaría la consulta.