¿Cuál guerra sucia?

Se les volvió costumbre a los candidatos a cargos de elección popular, asegurar que existe una guerra sucia contra ellos cuando se les pregunta por alguna situación, que les resulta incómoda, porque saben y son conscientes que recordar ciertos sucesos les puede generar la pérdida de votos.

Como era de esperarse, la disputa política por la Alcaldía Mayor de Bogotá no podía ser ajena a esta situación, razón por la que últimamente se le escucha decir a los candidatos Enrique Peñalosa y Clara López que contra ellos existe una “campaña de desprestigio y guerra sucia.”

Lamento mucho tener que contrariarlos señores candidatos, aquí no existe ninguna guerra sucia contra nadie, aquí lo que hay es una serie de preguntas que ustedes no han sabido responder de manera satisfactoria y que como ciudadanos votantes, estamos en todo el derecho de hacer.

En el caso de Enrique Peñalosa, a quien le incomoda cuando se le pregunta si gobernaría con Uribe a las espaldas; ¿Si borraría del mapa los programas de inversión social que se comenzaron a ejecutar a partir de la administración de Luis Eduardo Garzón?; ¿Si su trato a los vendedores ambulantes se hará a partir del rejo y el bolillo?; si comenzará a ejecutar la construcción del sistema metro para Bogotá? Y ¿si calmará su afición por el Transmilenio?, quiero preguntarle, si es posible que tenga la solución al caótico tráfico vehicular en la capital, luego de que los males de hoy, hacen parte de los errores en la planeación, que el como alcalde hizo para Bogotá.

No sé en qué momento se le ocurrió a Enrique Peñalosa la idea de que reduciendo el tamaño de las vías para ampliar los andenes, podía contribuir al mejoramiento en la calidad de vida, cuando era más que evidente que con el pasar del tiempo, el número de carros aumentaría, lo mismo que el tamaño de la población, al punto en que hoy día no solo las vías son insuficientes, sino también el transporte público, en donde el Transmilenio, sistema que para el exalcalde, es el salvador del transporte urbano, no da abasto.

Por lo anterior doctor Peñalosa, teniendo en cuenta que fue usted quien planeó esta idea, hoy cuando se ven los resultados, le pregunto a usted que fue el gran urbanista promotor de este desorden, ¿Cómo piensa solucionarlo?

En cuanto a la doctora Clara López, insisto en mi pregunta, de si va a renunciar públicamente al apoyo político de los concejales que hoy hacen parte del Polo Democrático y que están investigados por el Carrusel de la Contratación.

Por más que le incomode la pregunta la voy a seguir haciendo doctora Clara, porque no se puede hacer esta crítica al resto de partidos y jefes políticos por mantener el apoyo de personas que son cuestionadas, bien sea por vínculos con ilegales o por faltas a la administración pública, y no elevarle la misma crítica a usted, cuando usted está procediendo de la misma manera que el resto de directores de partidos políticos y con tal de no perder voticos, prefiere el respaldo de personas que tienen investigación porque al parecer habrían participado del robo a manos llenas a la capital que promovió Samuel Moreno.

No dizque el Polo Democrático está levantando cabeza, pues si esto cierto, la cabeza la está levantando con el mismo cuello, lo que en palabras coloquiales significa, más de lo mismo.

Como ciudadano hago parte del grupo de bogotanos que no vamos a dejar de hacerles este tipo de preguntas a los candidatos a la alcaldía de Bogotá, por más que les resulte incómodas, y que en lugar de contestarlas y tratar de dejar satisfechos a los votantes, prefieren evadirlas con la excusa de que existe una guerra sucia.

¿Cuál guerra sucia?