Antoine Griezmann está a punto de convertirse oficialmente en nuevo jugador del Barcelona. El club catalán abonará los 120 millones de su cláusula de rescisión y el francés, al que se le acaban este viernes las vacaciones y tendría que presentarse con el Atlético de Madrid, recalará por fin en el equipo blaugrana después de que hace ya dos meses anunciase su marcha de la entidad rojiblanca.
Una vez descendió la cuantía de cláusula de 200 a 120 millones de euros (a partir del 1 de julio), el equipo blaugrana ha ejecutado un movimiento que ya pudo darse la temporada pasada, pero que se vio frenado por el arreón a última hora del Atlético, culminado con la emisión del documental ‘La Decisión’ y su permanencia en el Metropolitano.
La búsqueda de financiación por parte del Barcelona ha sido la razón por la que se ha retrasado un anuncio que pudo producirse hace varios días, pero que finalmente tuvo que demorarse y vio en sus últimos episodios una escalada de la tensión entre un Atlético que criticó duramente la actitud de Griezmann (al que prometió sancionar por no acudir a entrenar el domingo) y un Barcelona que ya comunicó hace una semana los primeros contactos oficiales para ejecutar la operación.
El francés se convierte en el tercer refuerzo del Barcelona para la temporada 19/20 después de las llegadas de Frenkie de Jong (que se hizo oficial en enero) y la más reciente de Neto Murara como portero suplente. Por el momento, y tras los fichajes de Dembélé y Coutinho en la 17/18, es el tercer jugador más caro de la historia de la entidad.