El compromiso inició con ambos equipos buscando el arco rival. Los locales se destacaban con una presión alta que en muchas ocasiones obligaban a los bávaros a jugar en largo. Los visitantes le apostaban al juego corto y elaborado, pero eran erráticos. En el primer tiempo hubo opciones para ambos equipos, aunque los ‘reds’ eran más incisivos en el último cuarto de cancha.
Los dirigidos por Niko Kovac le apostaban a jugar por las bandas en el segundo tiempo con Kingsley Coman y Serge Gnabry, pero la defensa del Liverpool era muy compacta. En el arco defendido por Rafael Neuer, Sadio Mane y Roberto Firmino lograron acercarse al gol, pero les faltó siempre puntería.
Al final el Bayern terminó aguantando y los ingleses deberán intentar no perder de visitantes, pues al fin y al cabo cualquier empate los deja vivos, y si el empate se da con goles avanzarían automáticamente a los cuartos de final.
El equipo de James -que jugó 87 minutos- deberá procurar ganar así sea por la mínima en su estadio o no empatar con goles. El único empate que les sirve a los alemanes es el 0-0 para irse a los penales para definir cuál de los dos avanza a la siguiente ronda de la UEFA Champions League.