La UEFA expresó su “orgullo” por llevar los colores del arcoíris y aclaró que la prohibición de iluminar el Allianz Arena de Múnich con los colores que simbolizan la lucha del colectivo LGTBI no fue política, aunque sí la petición relacionada con la presencia de Hungría en el estadio.
“Es un símbolo que promueve todo aquello en lo que creemos: una sociedad más justa e igualitaria, tolerante con todo el mundo, independientemente de su origen, creencia o género”, señaló en un comunicado.
En este sentido, la UEFA señaló que se ha interpretado como ‘política’ su decisión de rechazar la petición de la ciudad de Múnich de iluminar el estadio con los colores del arcoíris para el partido de la Eurocopa.
“Por el contrario, la petición en sí era política, vinculada a la presencia de la selección húngara de fútbol en el estadio para el partido de esta noche contra Alemania. Para la UEFA, el arcoíris no es un símbolo político, sino un signo de nuestro firme compromiso con una sociedad más diversa e inclusiva”, subrayó.
“Una vergüenza”: Merkel
La canciller de Alemania, Angela Merkel, ha tachado de “equivocada” la ley húngara que criminaliza la supuesta propaganda de la homosexualidad entre menores de edad, ya que la considera “incompatible” con las ideas políticas que intenta promulgar desde Berlín.
Merkel se ha sumado este miércoles desde el Bundestag a la ola de críticas contra la reforma promovida por el Gobierno de Viktor Orban, en la que ve no tanto la “protección” de la infancia que alega Budapest como una posible restricción de derechos y libertades básicos, entre ellas la “libertad de educación”.
La canciller, sin embargo, confía en los pasos que pueda dar la Comisión Europea, cuya presidenta, la también alemana Ursula Von der Leyen, ha descrito este miércoles la ley húngara como una “vergüenza”. Von der Leyen ha prometido usar “todo el poder de la Comisión” para proteger los derechos fundamentales.