La pandemia del covid-19 generó una gran disrupción en el mundo del trabajo; y en muchos casos a lo que se refería como el futuro del trabajo, es simplemente ya el presente. Esta situación, creó una brecha en el concepto de “oficina”, ya no se ve como el lugar donde se pasa cierto número de horas diarias y jornadas laborales haciendo diferentes actividades, no, ahora se pueden desarrollar desde los hogares, cafés, o desde cualquier parte del mundo.
Para Nelson Montoya, Country Manager de la multinacional italiana Gi Group, especialista en soluciones de recursos humanos a nivel mundial, “la concepción del trabajo viene experimentando una transformación muy profunda y que la estamos viviendo hoy en día. Definitivamente hay factores fundamentales que le están dando forma al trabajo del futuro; por ejemplo, la tecnología ha transformado desde los modelos de negocio, hasta la forma de comunicarnos y de vivir, también podríamos mencionar que el trabajo remoto que se consolidó y rompió el paradigma del trabajo como un lugar a dónde ir”
El trabajo en casa, ha generado también una revolución en la estructura legal-laboral, teniendo en cuenta la actualidad, el contrato laboral del futuro debe adecuarse a las nuevas modalidades de trabajo que existan, es por esto que los gobiernos además de verse en la necesidad de desarrollar leyes que contemplen lineamientos para esta nueva modalidad de trabajo, deben ser muy ágiles en entender todos los aspectos relacionados con él mismo para poder estructurar una legislación que garantice equidad entre empleado y empleador.
“El establecimiento forzoso del “trabajo en casa” ha permitido que las empresas analicen y concluyan que esta modalidad llegó para quedarse y que en muchos roles incluso, sea una ventaja. Gracias a la pandemia, son distintos modelos laborales que muestran la nueva dimensión del trabajo y sin duda, continuarán apareciendo nuevos modelos apalancados por las mega tendencias que dan forma al futuro del trabajo. Podemos mencionar, por ejemplo, los trabajadores free-lance de plataformas que prestan servicios a nivel global. Hoy podemos contratar a través de la virtualidad un traductor de idiomas para una demanda específica y la persona puede estar localizada en cualquier parte del planeta”. Indica Montoya.
Definitivamente, en esta nueva realidad, no hay que dejar de lado a las nuevas generaciones. Por esta razón, el gran reto para las organizaciones está en desarrollar una marca empleadora potente y estructurar la mejor experiencia para el trabajador. Desde ambas ópticas, esto comienza en el proceso de atracción de talento hasta el cierre del vínculo laboral.
“Hoy las organizaciones están mucho más expuestas a través de las redes sociales y toda la información disponible que existe; y las nuevas generaciones ya no piensan en el trabajo para toda la vida, están enfocados en encontrar un lugar donde puedan aprender, vivir experiencias y puedan desarrollarse en periodos de tiempo más cortos. Hoy existe una generación de jóvenes que ingresan a la fuerza laboral y que no han conocido un mundo sin internet. Es una generación que no entiende los límites tradicionalmente establecidos entre vida privada y laboral, ni la necesidad de estar atado a una oficina para poder trabajar”. Agrega el Country Manager.
Sin duda, las nuevas estrategias para el mundo laboral actual y del futuro son modelos ágiles, con un desarrollo de habilidades humanas y creativas prácticas, aprendizaje activo y procesos de reinvención continua.
El futuro del trabajo está en entender y adaptarse a un contexto cada vez más volátil, incierto, complejo y ambiguo, en el que se debe dejar lo tradicional atrás y reinventar procesos, mediciones, objetivos, puestos de trabajo y perfiles laborales.