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El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha cesado este miércoles a otros treces miembros de las Fuerzas Armadas que actuaban en el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), una de las oficinas más cuestionadas tras los ataques golpistas del 8 de enero, por lo que son ya 53 los militares destituidos.
El martes, el presidente Lula reveló de nuevo la desconfianza que siente con una parte de las Fuerzas Armadas cesando a cuarenta militares que se desempeñaban en las labores de seguridad del Palacio de la Alvorada, la residencial oficial, después de que asegurara a los medios que estaba convencido de la “complicidad” de una parte de las fuerzas del orden durante el asalto.
Pocos días de los hechos violentos ocurrido en la Explanada de los Ministerios, Lula aseguró que las puertas del Palacio del Planalto se abrieron desde dentro y adelantó que no quedaría sin remover “ningún sospechoso de ser bolsonarista”.
En esta ocasión, cinco de los trece militares cesados desempeñaban funciones en el Escritorio de Representación en Río de Janeiro, mientras que otros siete lo hacían dentro de la Secretaría de Seguridad y Coordinación Presidencial, y uno más en la División Administrativa del GSI.
A pesar de la desconfianza mostrada estos últimos días por gran parte del Gobierno de Lula y del Partido de los Trabajadores (PT), el jefe de Casa Civil, Rui Costa, ha negado que los últimos ceses estén relacionados con estos recelos, ya que más bien son parte de una mera “rotación”.
“No tiene que ver con la desconfianza. Hasta en las áreas militares hemos cambiado militares, entonces es natural que en los otros asesores haya una rotación entre personas. En los cargos militares habrá cambios para dar oportunidad a otras personas que tienen la capacidad técnica para ejercer esos cargos”, ha dicho Costa.
“No es ninguna novedad, no tiene ningún misterio. ¿O es que alguien pensaba que al entrenar el nuevo gobierno iba a mantener a los asesores del anterior? No es razonable que eso fuera así”, ha argumentado ante la prensa, informa ‘O Globo’.
Costa, uno de los hombres más cercanos al presidente Lula, se ha dirigido personalmente al Ministerio de Defensa para verse con su titular, un también cuestionado José Múcio, y los tres jefes de las Fuerzas Armadas, para aproximar posturas después de los actos golpistas de hace diez días.
La propuesta del Gobierno de Lula es invertir en las Fuerzas Armadas a través de empresas tantos públicas como privadas para lograr una “modernización” pareja al de resto de naciones del mundo. Una iniciativa, ha explicado Costa, presente ya en campaña.