El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro volverá al país el 30 de marzo, un día después de la última fecha anunciada y tras tres meses en Estados Unidos, según ha confirmado este viernes el presidente del Partido Liberal (PL) Valdemar da Costa Neto. “Quedamos a su espera, capitán”, ha dicho en redes sociales.
“Bolsonaro desembarcará en Brasilia a las 7.30 horas. Quedamos a su espera, capitán, para luchar juntos por un Brasil más justo e libre”, ha anunciado el jefe del PL, poniendo así punto y final a semanas de incertidumbre acerca de cuándo regresaría el expresidente, al que su partido le tiene preparado una intensa campaña de cara a recuperar el terreno perdido antes de las municipales de 2024.
El objetivo es saltar de los 343 municipios bajo liderazgo del PL a unos mil, en vistas ya de lograr una posición privilegiada antes de las presidenciales de 2026, para las cuales no se ha descartado todavía la candidatura de la ex primera dama Michelle Bolsonaro, a medida que crecen las sospechas de que el expresidente no podrá presentarse debido a los pleitos judiciales que tiene por delante.
“La idea es crear un verdadero grupo de trabajo por todo Brasil, reforzando el papel de Bolsonaro como gran líder de la derecha () Michelle no es candidata de nada, pero es nuestra líder femenina, que estoy seguro ayudará mucho en este trabajo”, ha dicho el líder del PL en la Cámara de Diputados, Altineu Cortes.
Su llegada también acallaría las críticas dentro del PL que le han reprochado haber prolongado más de lo necesario su estancia en Estados Unidos, en donde se ha estado refugiando desde el pasado 30 de diciembre, evitando así el trance que le habría supuesto ceder la banda presidencial a Luiz Inácio Lula da Silva.
Sus detractores en el PL criticaron que mientras Lula anunciaba importantes políticas a su retorno al Palacio del Planalto, Bolsonaro permanecía agazapado en Florida. Por su parte, el círculo cercano del expresidente siempre alegó que debía cumplir una serie de compromisos con grupos conservadores de Estados Unidos.
No obstante, el propio expresidente ya dijo a mediados de este mes que antes de fijar una fecha él y su gente analizaban cómo estaba la situación en Brasil, por lo que algunos sostienen que la reciente crisis de las joyas saudíes y sobre todo la crisis política deriva del asalto de sus seguidores a las instituciones del 8 de enero han acabado por retrasar su retorno.