Ursula von der Leyen será presidenta de la Comisión Europea a partir del próximo 1 de noviembre, momento en el que sucederá a Jean-Claude Juncker, tras obtener el respaldo de 383 eurodiputados (de 747). La candidata del Partido Popular Europeo ha logrado el apoyo de una mayoría del Parlamento Europeo con un discurso en el que ha puesto el acento sobre los asuntos sociales, medioambientales y feministas que piensa impulsar durante su mandato.
No obstante, votaron en contra de su nominación 327 eurodiputados, con 22 abstenciones y un voto en blanco.Von der Leyden arrancará con un respaldo más débil que el de su predecesor, Jean-Claude Juncker, quien consiguió 422 votos a favor, con una Eurocámara más fragmentada, sin una gran coalición respaldando sus iniciativas y con un centro político que tendrá que construir durante el vuelo de un mandato que se espera con muchas turbulencias.
Por la mañana, la nueva presidenta de la Comisión abrió su discurso con la mirada puesta en convertirse en la primera mujer en liderar el Ejecutivo comunitario. “Tenemos que redescubrir la unidad europea”, había dicho a los eurodiputados. Esa unidad que deberá construir dentro de la cámara que deberá aprobar la mayoría de sus propuestas será su tarea la más urgente.
La saliente ministra de Defensa alemana había logrado antes del voto el apoyo explícito de dos de las las tres principales familias políticas (PP europeo y liberales) y una mayoría de los socialistas. Con estas proyecciones, podría haber alcanzado casi unos 400 escaños, además de los votos que también le habían prometido los conservadores polacos o los populistas italianos.
Sin embargo, una mayoría de los eurodiputados se escudaron en el voto secreto para escapar de la disciplina de sus grupos, y castigar a una candidata que nunca fue bienvenida en la cámara. Más allá de las cualidades o las promesas que realizó la alemana, muchas dirigidas a los socialistas y los verdes, la Eurocámara rechazó su nombramiento dado que fue la elegida por los líderes europeos a principios de julio. Los jefes de los Ejecutivos rechazaron a principios de este mes elegir a uno de los candidatos principales que se habían presentado a las elecciones europeas el pasado mayo.
Luchar por el futuro
Tras su elección, una aliviada von der Leyen dio las gracias a la Eurocámara por la confianza que le dieron. “Estamos listos para luchar por el futuro en vez de luchar entre nosotros”.
Ursula Von der Leyen ha prometido una ley de neutralidad de carbono durante sus primeros 100 días, un nuevo fondo de ‘Transición Justa”, una propuesta para un plan de desempleo de la UE, un nuevo zar para controlar la aplicación de los acuerdos comerciales, y la nominación de dos poderosos vicepresidentes ejecutivos, ambos los candidatos principales de estos grupos en las pasadas elecciones europeas.
Ésta es la fórmula que ha diseñado para garantizar que el socialista Frans Timmermans, quien según el acuerdo de los líderes será vicepresidente primero, y la liberal Margrethe Vestager estén en igualdad de condiciones, tal y como lo habían pedido los liberales de Renovar Europa.
El tamaño de sus gabinetes reflejará su doble función y será comparable al equipo del Alto Representante, puesto para el que el nominado es el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell.
Von der Leyen también explica que quiere un “liderazgo más inclusivo” en su Comisión, y que funcione de una manera “más ágil y flexible”, así como con más transparencia.
Respecto al Brexit, una de las tareas más urgentes con las que tendrá que lidiar al asumir la Comisión el 1 de noviembre si es confirmada, indica que está lista para allanar el camino para una “asociación ambiciosa y estratégica” con Londres. Y apoyaría una extensión más allá del 31 de octubre si se proporcionan buenas razones.