Las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña han aumentado un 25 por ciento en el primer semestre de 2020 respecto al año anterior y han alcanzado un nuevo récord en el mes de junio.
Los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe) indican que en la primera mitad de este año se han constatado alertas que indican que el nivel de devastación durante este periodo ha superado los 3.000 kilómetros cuadrados, una cifra que se sitúa en 1.034,4 kilómetros cuadrados para el mes de junio.
En los últimos once meses se habría constatado un aumento del 64 por ciento de esta práctica en comparación con el periodo anterior. En junio se ha producido un aumento del 10,6 por ciento respecto al mismo mes de 2019, según ha informado el portal de noticias G1.
Estos datos sirven ahora como indicativo para los equipos de inspección, que tratarán de averiguar en qué puntos de la Amazonía se están produciendo los delitos medioambientales.
Brasil se enfrenta actualmente a la presión de inversores extranjeros para reducir la deforestación en la zona. La Fiscalía del país ha solicitado la destitución del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, por un presunto delito administrativo.
Según los fiscales, se ha producido una “interrupción intencionada de las medidas para proteger el medio ambiente”. El jueves, el vicepresidente, Hamilton Mourao, aseguró a los inversores que el Gobierno está tratando de reducir la deforestación, si bien los datos muestran un aumento.
El gigante suramericano alberga el 60 por ciento de la Amazonía, que es la mayor selva tropical del mundo y, como tal, clave en la lucha contra el cambio climático.