El Gobierno de Estados Unidos ha confirmado finalmente que no ha habido cambios de última hora y no ha invitado a la Cumbre de las Américas a las administraciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela, aunque sí espera que representantes de la sociedad civil de estos tres países participen en el foro que arrancó el lunes en Los Angeles.
Hasta ahora, Washington había evitado oficializar unas ausencias que ya se daban por descontadas. La posición del presidente estadounidense, Joe Biden, pasa por asumir que “no se debería invitar a dictadores” a la Cumbre de las Américas, como ha explicado en rueda de prensa la principal portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
En esta línea, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price, ha justificado la ausencia de Cuba, Venezuela y Nicaragua por el propio contenido de la cumbre, donde se hablará, entre otros temas, de “gobernanza democrática”, y por el respaldo de Washington a las “aspiraciones democráticas” de los ciudadanos.
La decisión de la Administración de Joe Biden ha generado malestar en otros países como México, Bolivia y Honduras, pero según Price está justificada. En el caso de Nicaragua, le ha afeado el espacio cada vez “más restringido” para la sociedad civil, mientras que Cuba “no ha consentido la oposición pacífica”, especialmente a raíz de las protestas de julio de 2021.
Sobre Venezuela, Estados Unidos mantiene que “no reconoce” al “régimen” de Nicolás Maduro y que, en cambio, ve como legítimo el liderazgo asumido por el opositor Juan Guaidó, que en enero de 2019 se autoproclamó ‘presidente encargado’. Guaidó, sin embargo, no figura tampoco en la lista de invitados.
“Esperamos que participen en la cumbre representantes del Gobierno interino de Juan Guaidó”, ha aclarado Price a preguntas de los medios, sin detallar no obstante quiénes asistirían al foro como portavoces del dirigente opositor venezolano.