Los once años de guerra en Siria han dejado hasta la fecha más de 610.000 muertos, entre ellos 160.000 civiles, según ha informado este martes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que ha asegurado que ha logrado verificar los nombres de cerca de medio millón de víctimas mortales por el conflicto.
El organismo, con sede en Londres e informantes en el país árabe, ha indicado que hasta la fecha han muerto 160.681 civiles, entre ellos 25.286 niños, al tiempo que ha achacado cerca de 100.000 muertos a las fuerzas de seguridad sirias.
Así, ha detallado que 52.508 civiles han muerto por disparos de las fuerzas de seguridad, mientras que 26.403 lo han hecho en bombardeos de la Fuerza Aérea y 49.359 bajo torturas en centros de detención de las autoridades.
A ello hay que sumar 8.683 civiles muertos en bombardeos rusos y 2.504 muertos en otros bombardeos en los que no se ha podido aclarar si fueron ejecutados por los ejércitos de Siria o Rusia. Asimismo, 2.320 personas han muerto a manos de grupos rebeldes, mientras que 4.563 han muerto a manos de Estado Islámico y otros 900 lo han hecho a manos de otros grupos yihadistas.
El Observatorio ha resaltado que 1.063 civiles han muerto en circunstancias desconocidas, mientras que 453 han sido ejecutados y 1.692 han sido asesinados en ataques con armas de fuego o armas blancas. Por su parte, 1.028 han muerto por el uso de “armas prohibidas”, mientras que 919 lo han hecho por “las malas condiciones de vida”.
Asimismo, 4.113 civiles han muerto a causa de ataques con bomba, mientras que 2.676 lo han hecho en bombardeos de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos y 17 en ataques aéreos por parte de Israel. Por su parte, las fuerzas de seguridad turcas han matado a 866 civiles, mientras que 418 han muerto a manos de las fuerzas kurdas. Por último, 196 han muerto en circunstancias no esclarecidas.
En cuanto a las muertes de personas en combate, el Observatorio ha manifestado que hasta la fecha han fallecido 91.267 miembros de las fuerzas de seguridad, 67.242 milicianos sirios integrados en milicias progubernamentales y 8.628 milicianos extranjeros en grupos progubernamentales, incluidas algunas apoyadas por Irán. A ellos se suman 1.712 miembros del partido-milicia chií libanés Hezbolá.
Por otra parte, 80.017 miembros de milicias islamistas han muerto en combate, así como 3.588 disidentes de las fuerzas de seguridad, 41.101 miembros de Estado Islámico y 27.971 miembros de otros grupos yihadistas. A estas cifras hay que sumar 10.886 miembros de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), 2.338 milicianos de otros grupos kurdos, 238 soldados turcos, 266 mercenarios rusos y 2.832 milicianos no identificados.
El organismo ha recalcado además que a esta cifra total de 499,657 personas identificadas hay que sumar 47.000 civiles muertos bajo tortura en prisiones del Gobierno de Bashar al Assad, 3.200 miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), 4.100 presos y desaparecidos entre las fuerzas gubernamentales y 1.800 secuestrados por facciones rebeldes e islamistas, entre ellas Estado Islámico.
Por último, ha incidido en que la cifra real de muertos sería de “cerca de 53.000 más” y ha agregado que se trata de fallecimientos “documentados” por el organismo, si bien el “secretismo” en torno a la guerra ha impedido que trasciendan sus identidades. El Observatorio ha indicado además que 2,1 millones de personas han resultado heridas por la guerra, mientras que trece millones se han visto desplazadas en el país o son refugiados en el extranjero.