Foto: tomada de europapress.com
El Parlamento Europeo ha aprobado este jueves una resolución para exigir a los países que forman el G20 que eleven y asuman objetivos climáticos “más ambiciosos” de cara a 2030 con la vista puesta en la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2022 (COP27) el próximo mes de noviembre en Egipto.
Los eurodiputados han expresado que las crisis climática y de biodiversidad constituyen “los dos grandes retos a los que se enfrenta la Humanidad” y han mostrado su especial preocupación por los datos publicados en el Informe sobre la brecha de emisiones 2021 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Dicho documento prevé un aumento de la temperatura de 2,7ºC incluso si se suplen los objetivos nacionales más ambiciosos para 2030. Este incremento se sitúa muy por encima de los objetivos pactas en el marco del Acuerdo de París, que busca mantener el calentamiento por debajo de los 2ºC y limitarlo a 1,5ºC.
Así, la Eurocámara busca limitar el calentamiento global según lo previsto en dicho pacto, especialmente ahora que la invasión rusa de Ucrania “ha hecho que sea más urgente aún acometer la transformación del sistema mundial de energía”, tal y como ha indicado el Europarlamento en un comunicado.
“Es imperativo tomar medidas urgentes esta década”, recoge el texto, que alerta de que “muchas de las promesas de reducir a cero las emisiones a largo plazo pecan de ambigüedad y falta de transparencia”. “El G20 y la Unión Europea deben endurecer sus objetivos climáticos para 2030”, han insistido los eurodiputados.
No obstante, han destacado que el bloque comunitario logrará reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero más del 55 por ciento si adopta las propuestas del Parlamento Europeo enmarcadas en el paquete ‘Objetivo 55’ y el plan ‘RePowerEU’.
La resolución insta así a los países del G20 y a todos los Estados miembro a “demostrar liderazgo antes de la COP27 y asumir objetivos más ambiciosos de recorte de las emisiones, por lo que deberán adaptar sus contribuciones determinadas a nivel nacional en consecuencia”.
Por otra parte, la resolución hace hincapié en que la UE es el mayor “contribuyente a la financiación de la lucha contra el cambio climático” e insta a los países desarrollados a cumplir con la promesa de destinar 100.000 millones de dólares anuales a la lucha contra el calentamiento global en países en vías de desarrollo.