Rusia pasa al ataque no solo en el frente militar sino también en la guerra de la imagen. El ejecutivo de Vladimir Putin ha incluido este jueves en su lista negra de sanciones a 29 estadounidenses. Entre la lista de ‘perseguidos’ por el kremlim estarían la propia vicepresidenta, Kamala Harris, y el empresario fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, que tendrán, entre otras cosas, la entrada prohibida a territorio ruso de manera indefinida.
La lista, difundida por el Ministerio de Exteriores, incluye también los nombres del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Ronald Klain, de la secretaria adjunta de Defensa, Kathleen Hicks, así como el del vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, Christopher Grady. Figuran, además, los portavoces del Pentágono, John Kirby, y del Departamento de Estado, Ned Price. El propio Price ha reaccionado rápido a la noticia y ha afirmado que se trata de “un elogio para ganar la ira de un gobierno que miente a su propio pueblo, brutaliza a sus vecinos y busca crear un mundo donde sin libertad”.
La última ofensiva rusa en el este de Ucrania
Moscú ha señalado en el ámbito político al marido de Kamala Harris, Douglas Emhoff, y a otros familiares como la esposa del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken. En el terreno empresarial, además de Zuckerberg la sanciones afectan al presidente de Bank of America, Brian Thomas Moynihan, el director ejecutivo de Linkedin, Ryan Roslansky, mientras que en el ámbito de la comunicación hay presentadores o colaboradores de CNN, ABC o Meduza.
Respuesta de Moscú
Moscú responde de esta forma a las “acciones hostiles” y a la “rusofobia” de Washington y occidente en general tras el inicio de la ofensiva militar sobre Ucrania. La Administración de Joe Biden ha aprobado varios paquetes de medidas, parte de las cuales señalan directamente al entorno familiar y político del presidente ruso, Vladimir Putin.
El Ministerio que dirige Sergei Lavrov, que advierte de que irá ampliando su lista progresivamente, incluye una justificación similar para anunciar sanciones contra 61 canadienses, entre ellos representantes de la política, la empresa, los medios de comunicación y otras organizaciones.