Uno de cada cinco niños latinoamericanos está malnutrido

La malnutrición es un importante reto de salud a nivel mundial. Según UNICEF, 1 de cada 5[i] niños en América Latina está malnutrido, lo que puede manifestarse en forma de desnutrición (no obtener suficientes nutrientes) o sobrenutrición (ingresar demasiadas calorías o nutrientes). Ambos pueden ser particularmente perjudiciales para el crecimiento y desarrollo de los niños.

Más específicamente, la malnutrición puede provocar o retraso en el crecimiento (por debajo de una altura saludable para su edad), o emaciación (por debajo de un peso saludable para su altura), o sobrepeso (por encima de un peso saludable para su altura) o una combinación de estas condiciones. Factores como la pandemia de COVID-19, el cambio climático y el aumento del costo de vida han agravado el problema.

 “La malnutrición puede impactar el desarrollo del cerebro de un niño en crecimiento y su capacidad para aprender y desempeñarse en los estudios” dijo la Dra. Claudia Sánchez, gerente Médica de Abbott en Colombia. “Los niños severamente malnutridos pueden experimentar desafíos adicionales, como deformidad ósea, problemas neurológicos, visión comprometida y sistemas inmunológicos debilitados” agregó.

Según el Instituto Nacional de Salud de Colombia, de enero a mayo de 2023 hubo 7.976 casos de desnutrición infantil. De estos, el 73% eran desnutrición aguda moderada y el 27% desnutrición aguda severa. El grupo de edad con mayor incidencia de desnutrición infantil fue el de menores de 1 año (33%); seguido del grupo de edad de 1 año (28%)[ii].

Causas y síntomas de la malnutrición en niños 

Los niños que experimentan sobrenutrición pueden tener sobrepeso u obesidad. Por ejemplo, en Bogotá, 7 de cada 100 niños y adolescentes entre 5 y 17 años viven con obesidad[iii]. Esto puede conducir a enfermedades crónicas como hipertensión (presión arterial alta), enfermedades del hígado, niveles altos de azúcar en la sangre, y también puede generar dificultades psicológicas debido al acoso, la ansiedad y una negativa imagen de sí mismo.

Los niños malnutridos a menudo, pero no siempre, tienen bajo peso. Los signos de desnutrición incluyen piel o cabello secos, atrofia muscular, retraso en el crecimiento y pérdida de peso.

¿Qué hacer? 

Padres y cuidadores, den un buen ejemplo y prioricen la hora de comer en familia 

Además de ofrecer alimentos nutritivos, los padres y cuidadores pueden dar un buen ejemplo demostrando patrones y comportamientos alimentarios saludables, así como fomentando las comidas familiares. De acuerdo con un metanálisis de 17 estudios, los investigadores encontraron que los niños y adolescentes que comparten comidas familiares tres o más veces por semana tenían más probabilidades de tener un peso adecuado y comer alimentos más saludables en comparación con aquellos que comparten menos de tres comidas familiares juntos.[iv]

Observar  

“La mejor defensa contra los efectos de la malnutrición infantil es la identificación temprana”, explicó la Dra. Sánchez. Los chequeos de bienestar pediátricos son una de las primeras líneas de defensa contra la sobrealimentación y la desnutrición. Cuando un proveedor de atención mide la altura y el peso de un niño, a menudo traza el crecimiento del niño en un gráfico y lo compara con otros niños de la misma edad (así como con el historial de crecimiento del propio niño). Con este método, el profesional de la salud puede observar cambios inesperados en el patrón de crecimiento de un niño. También es importante evaluar los hábitos alimenticios de un niño y señalar cualquier problema nutricional durante una visita pediátrica.

Buscar apoyo temprano

En algunos entornos, los métodos de detección simples pueden identificar el riesgo de malnutrición en los niños. Uno de los métodos puede ser la cinta MUAC z-score que mide la circunferencia del brazo medio superior de un niño para la masa muscular y grasa. Las medidas de los niños por debajo del rango estándar para su edad pueden indicar desnutrición, mientras que las medidas por encima del rango estándar pueden indicar sobrenutrición.

La ciencia y las empresas privadas se han comprometido a reducir la malnutrición a nivel mundial, por ejemplo, Abbott lanzó el Centro para Soluciones de Malnutrición para abordar de manera creativa estos retos en materia de nutrición y se enfoca en la identificación, tratamiento y prevención de la desnutrición para las poblaciones más vulnerables del mundo. Por ejemplo, Abbott ha entregado cerca de 15.000 cintas MUAC z-score a profesionales de la salud en Colombia para la detección temprana de riesgos nutricionales en niños, al igual que el debido entrenamiento.

Los padres o cuidadores que sospechan que su hijo no está recibiendo suficientes nutrientes deben consultar con su pediatra sobre el crecimiento y desarrollo del niño. El pediatra o el dietista registrado también pueden brindar ideas y opciones para ayudar a los niños a obtener los nutrientes esenciales que necesitan para desarrollarse adecuadamente.