El Ministerio de Asuntos Exteriores y la Consejería Presidencial para la Estabilización de Colombia han lanzado este viernes un comunicado conjunto en el que piden “poner en contexto” las afirmaciones ante la ONU de la ministra, Claudia Blum, acusando al partido Comunes ser responsable de las disidencias.
“La intervención de Colombia debe leerse y entenderse en contexto y de manera integral. En ella se hace mención, dentro de los múltiples orígenes de esa violencia, a los grupos armados diferentes a la antigua guerrilla que existían en los tiempos de la firma del Acuerdo, que siguen existiendo y nunca hicieron parte del proceso”, explica el comunicado.
Asimismo, continúa, “hace referencia a aquellos miembros de la antigua guerrilla que, habiendo sido parte y firmantes del Acuerdo, posteriormente se retiraron del proceso y ahora delinquen”, por lo que Colombia “plantea que se consideren las consecuencias de estos incumplimientos individuales”.
“Colombia reconoce y reitera, de manera enfática, el apoyo del Gobierno al proceso de reincorporación de los excombatientes comprometidos con el proceso, en sus múltiples dimensiones, política, económica y social, y el compromiso con su seguridad y protección y la de los miembros del partido político surgido del mismo”, recalca el texto.
El miércoles de esta semana, durante el balance de la Misión de Verificación de Naciones Unidas, la ministra Blum afirmó ante el Consejo de Seguridad que el Estado colombiano no era el único actor responsable del incumplimiento de los acuerdos de paz de 2016, sino también “la antigua guerrilla, convertida ahora en partido político”.
“Cuando se analiza el cumplimiento del Acuerdo, el informe no puede solamente referirse a las acciones del Gobierno como una de las partes firmantes. Debe considerarse la existencia de disidencias de las FARC como un incumplimiento, justamente, de la antigua guerrilla convertida ahora en partido político”, fueron las palabras de la ministra.
Las declaraciones no solo fueron repudiadas por Comunes, cuyo secretario general, Rodrigo Londoño, alertó de que con ellas se ponía “una diana en la cabeza” de los guerrilleros desmovilizados, sino también por el consejero para la Estabilización, Emilio Archila, quien ha contradicho este jueves a la ministra.
“Bajo ninguna circunstancia se pueden atribuir esas violencias a algún pretendido incumplimiento del Acuerdo por parte de nosotros. Grupos como el Clan del Golfo, ‘Los Caparros’, ‘Los Pelusos’ o el ELN –Ejército de Liberación Nacional– existían desde antes y siempre se supo que eran temas que teníamos seguir administrando y combatiendo”, ha explicado.
“Algunos de los miembros de las FARC nunca se acogieron al proceso y otros como ‘El Paisa’, ‘Romaña’, o ‘Santrich’, que pretendieron acogerse, abandonaron el proceso. Son ellos los que tienen que responder individualmente y esta no es una responsabilidad que le corresponda al partido Comunes”, ha remarcado.
El mismo día en el que Blum emitía esas acusaciones, se confirmaba el asesinato de otros cuatro excombatientes y el de la líder indígena Sandra Peña. Desde que se firmaron los acuerdos de paz en La Habana en 2016, las organizaciones del narcotráfico, las disidencias y otros grupos irregulares como los paramilitares han matado a 268 guerrilleros desmovilizados.