La necropsia practicada a Javier Ordóñez, y que fue conocida por Confidencial Colombia, reveló que el abogado murió por una hemorragia interna producida por los golpes que recibió la noche del pasado 9 de septiembre.
El informe de Medicina Legal da cuenta de “un trauma cerrado de abdomen de alta energía”, que, de acuerdo a los forenses, “provocó el estallido del riñón derecho que ocasionó una hemorragia severa en la cavidad abdominal”, causa de la muerte.
En el cuerpo también encontraron las lesiones patrón dibujadas por el elemento punzante por arma de conducción eléctrica. Es decir, el taser que estuvo en poder de Medicina Legal.
Además, los forenses hallaron signos de inmovilización por moretones en las muñecas, dos lesiones en tórax derecho con aspecto de “carrileras”, que se habrían producido con un objeto redondo, un bastón, un palo o una varilla.
“Evidencia de trauma penetrante, de tejidos blandos de miembro inferior derecho por esquirlas de un proyectil de arma de fuego; se recuperan dos fragmentos metálicos (visualizados por radiografía simple), con túnel hemorrágico; se localiza probable orificio de entrada de forma irregular sin residuos macroscópicos de disparo en piel”. Señala el informe.
Finalmente, el informe señala que, tras un análisis de residuos de orina, dio negativo a consumo de sustancias psicoactivas.