El presidente de Colombia, Iván Duque, ha advertido este domingo a la minga indígena que se dirige a pie y en vehículos hacia Bogotá que está dispuesto a debatir con todos los sectores, siempre y cuando se haga por vías legítimas y no bajo amenazas o ultimátum.
Duque ha subrayado que ha sido “dialogante en los territorios con todos los sectores de la población” y que a su Gobierno nadie tiene que hacerle ultimátum. “A este Gobierno nadie lo tiene que emplazar porque en el diálogo constructivo hemos demostrado que estamos siempre pensando en la realidad de los ciudadanos”, ha argumentado.
El Gobierno reprocha el carácter político de esta minga indígena por lo que incluso se ha emplazado a los activistas sociales participantes que aclaren su postura y digan “con claridad a los colombianos” si quiere convertirse en un movimiento político.
La llegada de la marcha de casi 10.000 indígenas a la capital colombiana también ha provocado tensión entre el Gobierno y las autoridades locales, ya que el primero ha emplazado a las segundas a asumir la logística y garantizar las medidas sanitarias de los participantes de la minga.
Desde el lunes, cuando el grupo de indígenas llegó a Cali desde el departamento del Cauca, han mantenido conversaciones y diálogos con una delegación del Gobierno colombiano, presidida por la ministra de Interior, Alicia Arango, aunque hasta el momento no han llegado a ningún acuerdo.
Sin embargo, el objetivo del movimiento es reunirse con Duque, que ya negó su asistencia a una convocatoria de su parte en Cali, lo que motivó la partida hacia Bogotá.
Las reivindicaciones de la minga incluyen medidas ante la impunidad por parte de la Administración en relación al asesinato de líderes sociales, así como la implementación del acuerdo de paz y actuaciones contra la violencia en general que ha sacudido al país.