El expresidente de la Corte Suprema de Justicia Francisco Ricaurte ha sido condenado este jueves a 19 años de prisión por concierto para delinquir, cohecho y tráfico de influencias, dentro del caso de corrupción judicial conocido como ‘Cártel de la toga‘.
Un tribunal de Bogotá ha encontrado culpable a Ricaurte de haber recibido 400 millones de pesos por parte del antiguo congresista liberal Álvaro Ashton Giraldo para entorpecer las investigaciones en su contra por sus vínculos con grupos paramilitares.
También ha sido hallado culpable de recibir al menos 250 millones de pesos por frenar la detención del que fuera senador del Partido de Unidad Nacional Musa Besaile Fayad, así como otros 30 millones de pesos por dilatar, en esta ocasión, una investigación por corrupción del exgobernador de Valle de Cauca, Juan Carlos Abadía.
“A Francisco Ricaurte le era exigible que su comportamiento se ajustara al ordenamiento legal y constitucional pues contaba con la ilustración y suficiente conocimiento para comprender el alcance y las consecuencias al contrariar el ordenamiento jurídico legal”, ha señalado el juez que instruyó la causa.
Además de los 19 años y dos meses de cárcel, Ricaurte deberá pagar una multa económica de 440 millones de pesos colombianos. La defensa ha apelado la decisión del juez, quien también le ha negado cualquier tipo de beneficio penal, como cumplir prisión de domiciliaria.
Ricaurte, detenido en 2017 por estos hechos, presidió el Supremo allá por 2008, convirtiéndose con menos de 50 años de edad en el magistrado más joven en acceder al puesto. De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, junto al también antiguo juez Leonidas Bustos, lideró entre 2013 y 2016 “una organización criminal para dirigir procesos penales a cambio de dinero”.