Foto: Verdad Abierta
El exlíder paramilitar del bloque ‘Resistencia Tayrona’, de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Hernán Giraldo Serna, alias ‘El Taladro’, envió una carta al presidente de la república, Gustavo Petro, se le permita colaborar en su proyecto de ‘Paz Total’, recordando que desde que está preso ha colaborado “para esclarecer muchos casos”.
“Postulé mi nombre para apoyar un proceso de paz y no lo hago por intereses económicos, políticos o jurídicos”, ha asegurado Giraldo Serna, uno de los nombres propios del proceso armado en Colombia, no solo por el narcotráfico y los asesinatos, sino también por ser el mayor depredador sexual del conflicto interno.
“Desde 2006 estoy privado de la libertad y me extraditaron a Estados Unidos. He puesto la cara y estoy respondiendo por mis errores que han servido para esclarecer muchos casos en el marco de la ley de justicia y paz”, ha buscado disculparse.
“Mi compromiso es con la paz, verdad, reparación y por la no repetición. Soy consciente de lo que implica un proceso de paz y las dificultades que hay que sortear para que se dé todo; no tengo nada que perder, no tengo riqueza porque todo me lo han quitado y solo deseo volver a la Sierra para trabajar por una muy anhelada paz”, aseguró.
También ha aprovechado su carta a Petro para desmentir que está detrás de un proyecto político, recalcando que no es más que un “campesino” que nada sabe de política. “Mi accionar ni antes ni ahora ha sido la política”, explicó.
‘Taladro’, también conocido como ‘El Viejo’, lleva desde hace 17 años cumpliendo condena tras acogerse al proceso de desmovilización de los grupos paramilitares del expresidente Álvaro Uribe y pasar por una cárcel estadounidense por narcotráfico, un denominador común entre quienes participaron en el conflicto armado.
Giraldo Serna, considerado el mayor violador del conflicto armado en Colombia, ha sido también condenado por la violación de más de 200 mujeres, la mayoría de ellas menores edad, algunas solo unas niñas. La Fiscalía sostiene que algunas de estas agresiones tuvieron lugar en las cárceles por las que pasó antes de ser extraditado a Estados Unidos.