Durante la declaración en el proceso que le sigue la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Medellín a Diego Fernando Murillo, el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso aseguró que la Policía, el Ejército y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) estaban infiltrados plenamente por las AUC, instituciones que según él, “dieron su irrestricto apoyo”.
“Un grupo de autodefensas no podía crearse en ninguna región del país si no había apoyo de las instituciones del Estado y de la sociedad que componían esas regiones. Necesitábamos apoyo militar inicialmente, sin ese apoyo era imposible entrar. De ellos teníamos el resguardo para protegernos”, dijo Mancuso desde una cárcel en Atlanta (Estados Unidos)”.
El exparamilitar confirmó además que los asesinatos de Eduardo Umaña, Elsa y Mario, Jaime Garzón, Jesús María Valley Kimy Pernía Domicó, se dieron por recomendación de funcionarios del Estado, “eran, en su gran mayoría, pedidos que venían desde el Estado y se encargaban a quien mejor pudiere desarrollar esa acción militar”.
Mancuso señaló a José Miguel Narváez, subdirector del DAS de aquel entonces, de ser una de las personas que con lista en manos, señalaban a quién se debía asesinar.