Luego de que se conocieran algunos apartes de las declaraciones que sobre el secuestro han rendido los exguerrilleros de las FARC, algunas personas víctimas de este delito como Ingrid Betancourt y Luis Eladio Pérez, hablaron para algunos medios de comunicación mostrando su molestia por lo que según ellos, no corresponde a la realidad de lo que vivieron en la selva mientras estuvieron en cautiverio.
El excongresista Luis Eladio Pérez manifestó en los micrófonos de Dictamen Periodístico, un espacio radial de la Emisora Voz Unialfonsiana en alianza con Confidencial Colombia, que, esperó sinceridad de las FARC y que se ha mostrado bastante sorprendido con las versiones que se han conocido a través de los medios de comunicación, en las que según él, “se muestra una actitud cínica y desvergonzada de parte de los exguerrilleros.”
“Mienten los de las FARC, con un cinismo pavoroso, en no querer reconocer la verdad de los vejámenes. Hay unas declaraciones del senador Lozada donde manifiestan que si hubo excesos y pare de contar ¿Por qué no reconocen que estuvimos encadenados muchos años como unos animales a los árboles en la selva?; ¿Por qué no reconocen que caminamos descalzos como castigo por intentar escapar?; ¿Por qué no reconocen que nunca nos dieron asistencia médica?; Yo sufrí un infarto, pude morir en la selva sin asistencia, tirado en el piso, para que a los 15 días me agarraran a puntapiés para que siguiera caminando, ¿eso es humano?; ¿eso es tratar bien a una persona?, preguntó el exsenador.
El político nariñense asegura que la Justicia Especial para la Paz les invitó a que expresaran los sentimientos, las vivencias, los horrores de los que habían sido objeto, y que se les pidió confidencialidad, “parece que desde la misma JEP se encargaron de filtrar esas versiones que cayeron en manos del periódico El Espectador, que nos obligó a reaccionar frente a lo absurdo de lo manifestado por las FARC en lo poco que hemos podido leer de esas versiones”, puntualizó.
Luis Eladio confirmó que aun así, no retirará el perdón otorgado a las FARC y que espera que los exguerrilleros reconozcan la verdad de lo sucedido.