La excongresista Piedad Córdoba respondió a los señalamientos de su exasesor de Andrés Vásquez, tildándolas de mentirosas y de ser un “refrito”.
En el comunicado la exsenadora dice que el informe producido por Noticias Caracol está elaborado según ellas, “con viejas recetas” y que no es la primera vez que emergen falsos testigos coincidiendo con alguna campaña política en la que participa.
“Me veo obligada a recordarle al país que no es la primera vez que emergen falsos testigos en mi contra, siempre coincidiendo con mi participación en comicios electorales. Durante mi última campaña al Senado de la República en 2010, se fabricó un auténtico falso positivo judicial en mi contra con la participación del mercenario internacional que decía llamarse Víctor Tomyuuk, alias el Ucraniano”, dice Piedad Córdoba.
Córdoba trajo a la memoria, que en el año 2017, mientras recogía firmas para presentar su nombre a la campaña presidencial, según ella, “se realizó una operación de entrampamiento a través de Gillselle Jaller Jarbour, alias la Mona Jaller, de quien se decía, “fue la persona que le sirvió de mediadora ante el gobierno Trump para mediar en la liberación de Simón Trinidad”.
Niega además vínculos con Alex Saab, y reta a sus detractores a mostrar algún contrato o firma que la ligue con el empresario. Dice además que ninguno de sus hijos tiene alguna relación similar.
En lo que tiene que ver con su exasesor, Piedad Córdoba reconoce que hizo parte de su equipo de trabajo en el Senado de la República, pero que nunca le delegó su representación en reunión alguna, y le señala de utilizar su nombre para lucrarse y entablar negocios con diversos. empresarios.
La excongresista asegura que su enemistad con Vásquez surge desde el momento en que fue destituida por la Procuraduría de Alejandro Ordóñez, y el posterior cierre de los contratos laborales del grupo de personas que le acompañaban en el Congreso, cuando su exasesor se da a la tarea de exigirle dinero y la demanda.
En lo que tiene que ver con sus relaciones con el secretariado de las Farc, Piedad se defiende recordando que los computadores incautados en la operación que dio de baja a Raúl Reyes, hay un fallo de la Corte Suprema de Justicia que dice que “estos carecen de validez”.
Por último, asegura que su relación con la guerrilla de las Farc se limitó únicamente en lo que tenía que ver con la gestión para liberar a los secuestrados.
Piedad Córdoba señala a sus detractores de querer fabricar pruebas en su contra para su candidatura al Senado de la República por el Pacto Histórico.