Durante su intervención en el Foro Acuerdo Nacional Contra el Hambre, el presidente del Senado, Roy Barreras, insistió en la necesidad de “abrir espacios desde el Congreso, a la ciudadanía, las organizaciones sociales, los líderes y lideresas, los campesinos: hombres y mujeres que trabajan la tierra, los representantes de las comunidades éticas, la institucionalidad colombiana y los organismos internacionales que desde la cooperación nos han brindado su apoyo y que esperamos seguir contando con él en tan importantes proyectos para el desarrollo del país en condiciones dignas para los colombianos.
“Hoy con urgencia requerimos aprobar la ley contra el hambre y la reforma tributaria, que son indispensables para pagar alimento de los colombianos. Nuestro país tiene una enorme riqueza y ha sido reconocido como el segundo país en el mundo con mayor biodiversidad por metro cuadrado, esto significa la calidad de nuestra tierra, del ecosistema, de las diferentes formas de vida natural, por las que este Congreso, el Congreso de la gente, se fortalece en su lucha contra la destrucción de esa biodiversidad que aún nos permite poder sentarnos a dialogar”, indicó.
Así mismo señaló que, “de acuerdo al último informe del estado de seguridad alimentaria en el mundo de la FAO del 2022 reportó que en Colombia hay 4.2 millones de personas subalimentadas y 13,5 millones de personas no pueden acceder al consumo de una dieta saludable, cifra que aumentó con respecto al 2019 que era de 12,7 millones de personas”, por esta razón desde el Legislativo se propone la creación del Sistema Nacional para la Garantía Progresiva del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas, la formulación de la política nacional de Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuada y de Soberanía y Autonomías Alimentarias, y la adopción del Programa de Emergencia de Lucha Contra el Hambre”.
Finalmente, el presidente del Senado, indicó “que la propuesta legislativa encarna un sistema de garantía, porque requiere una mirada integral a las respuestas contra el hambre, que implican seguridad y soberanía alimentaria, desarrollo rural, fortalecimiento de las economías rurales”.