La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) negó la libertad al exparamilitar, Salvatore Mancuso, dejándole bajo prisión hasta tanto no se cumplan ciertas condiciones que el alto tribunal considera necesarias.
La JEP considera que primero se deben acreditar y analizar una serie de exigencias normativas para su concesión, incluido la condicionalidad.
“Esto implica un despliegue de actos por parte de esta Jurisdicción en cuanto a las actuaciones procesales (provisión de información y piezas procesales, así como la garantía de participación de las víctimas) como presupuesto para decidir sobre el beneficio transicional que (…) no resultan caprichosos ni arbitrario –sino– (…) con pleno fundamento jurídico y se encuentran justificados”.
El tribunal de Justicia Transicional dice que analizará con mucho cuidado la resolución bajo la cual se nombra a Salvatore Mancuso como Gestor de Paz.
La decisión de la JEP se da en medio de un conflicto de competencia entre este tribunal y Justicia y Paz.