La doble tragedia que viven cerca de mil indígenas en Bahía Solano

Cerca de mil indígenas de las comunidades del resguardo Río Valle y Boroboro, y en particular la comunidad de Bakuru Purru, viven hoy una doble tragedia en Bahía Solano, Chocó, luego el asesinato el pasado jueves del líder indígena Miguel Tapí Rito.

Tapí fue asesinado en la zona del río Valle y con el suyo son ya 16 los asesinados en Bahía Solano este año.

El atroz crimen del líder indígena que fue decapitado por hombres del Clan del Golfo generó que 195 familias y un total 906 personas abandonaran sus tierras y llegarán a la cabecera municipal del paradisiaco municipio chocoano.

“Se han desplazado las comunidades indígenas de El Brazo, Posamanza, Boro Boro y Bacurú Purrú. Estamos haciendo un llamado a todos los organismos nacionales para que se vinculen con la ayuda humanitaria para atender a niños, que en gran cantidad se encuentran en este corregimiento”, ha explicado el alcalde del municipio, Ulmer Mosquera Gutiérrez.

El alcalde ha demandado la devolución de esta población a sus lugares de origen, pues el municipio no cuenta con recursos para atender a estas personas. “Necesitamos alimento. Inicialmente, la administración va a contribuir con la alimentación inicialmente, pero nuestros recursos no son suficientes para garantizar el derecho a la alimentación que tienen estas personas”, ha explicado.

A las deplorables condiciones de hacinamiento en las que permanecen los indígenas desplazados de manera forzada de sus territorios se suma la amenaza de la pandemia, y las autoridades temen que se presenten contagios de COVID-19 entre los cerca de 100 indígenas que hoy permanecen en Bahía Solano, entre ello cerca de 200 menores de edad.

Repudio por el crimen

El crimen del exgobernador indígena ha genera voces de rechazo, entre ellas la de la Comisión de la Verdad que lamentó el hecho e instó al Gobierno del presidente Iván Duque a proteger la integridad y dignidad de estas comunidades.

“Al Gobierno Nacional le solicitamos que se proteja la integridad y dignidad de estas comunidades, así como se realice una investigación efectiva sobre los hechos acaecidos que dieron muerte al líder indígena Miguel Tapi Rito, y se identifique y judicialice a los culpables”, precisó la Comisión de la Verdad en un comunicado.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia también repudió el crimen del gobernador indígena.

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