El municipio de Tuluá, en el Valle del Cauca vivió horas de tensión y terror por cuenta de diferentes hechos violentos que se presentaron varios puntos durante la noche del sábado 10 de febrero.
Dos atentados sicariales contra la vida de agentes de tránsito, la quema de varios vehículos y motocicletas, en diferentes puntos del municipio, que terminaron por causar disturbios y pánico en los habitantes, llevaron han llevado a la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, y al alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez, a militarizar el territorio.
A los dos atentados contra la vida de dos policías de tránsito se sumó la quema de al menos cinco vehículos y varias motocicletas en diferentes zonas de la ciudad, como la zona céntrica y el callejón conocido como “Mate”.
El alcalde Tuluá anunció el toque de queda en todo el municipio y la restricción del parrillero para las motos que circulen en calles y avenidas.
Estos atentados estarían siendo atribuídos a la banda La Inmaculada La Inmaculada’ o ‘La Oficina’, que a través de un panfleto había anunciado una escalada terrorista desde el 8 de febrero, al parecer como retaliación por la captura y traslado a Bogotá de Mauricio Marín Silva, alias Nacho.