Bello se proyecta como distrito cultural de paz

En Bello, Antioquia, realizamos una audiencia pública el pasado 15 de marzo con la presencia del Ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes Juan David Correa. El tema central: la cultura de paz. Una conclusión gruesa es la propuesta de las articulaciones público populares para sacar adelante las propuestas del PND.

Sin movimiento social de artistas presionando por su inclusión no van a haber avances. El compromiso es movilizar las exigencias de cara a las reformas sociales. Este Ministerio tiene la voluntad de reunirse con la organización popular, con o  sin las autoridades locales, como en el Pacto Cultural por Antioquia del 31 de enero de 2024, donde concluyeron 31 municipios para suscribir este Pacto. Es la fuerza social la que transforma las realidades, no los gobernantes. “Necesito ver las organizaciones para contratarlas: JAC, organizaciones constituidas, alcaldías”.

En Antioquia se van a invertir 19.513 millones este año, pero en los territorios excluidos, a donde se irá el 70% del presupuesto del MinCultura. Se prioriza Urabá y Bajo Cauca. Esta inversión con un enfoque étnico y pluricultural: mujeres, población LGTBI, trabajadoras y trabajadores, población NARP, indígena y Room, excluidos del relato nacional.

La hoja de ruta es el Plan Quinquenal de Cultura: “cultura para el cuidado de la diversidad, la vida, el territorio y la paz. Que nuevas sensibilidades estén en el gobierno y se esté gobernando desde territorios excluidos ya es un cambio”, dice el Ministro.

También se van a apoyar las organizaciones de las ciudades y de municipios intermedios. Pero “Antioquia no es solamente Medellín y sus ciudades de influencia. Consideremos, por favor, cuando hablemos a veces con cierta soberbia, que cuando uno va a un municipio del Bajo Cauca, o del litoral pacífico, la gente ni siquiera tiene un acueducto. Las diferencias en este país son abismales y a veces a la gente de la cultura, por estar demasiado ocupada en sí misma, se le olvida reconocer a esos otros que no han sido incluidos en el relato nacional. Esos otros que se llaman negros palenquearos, Room, mestizos, indígenas, poblaciones LGTBIQ+, mujeres, trabajadores, sindicalistas y campesinos.

Se están gestionando procesos de formación y cualificación de docentes para desarrollar el enfoque de la cultura de paz. Se realizó una inversión importante en San José de Apartadó como laboratorio de paz. El ministro habló de una inversión para Bello de 290 millones de pesos en procesos de formación enfocados a la construcción de paz a través de organizaciones culturales con personería jurídica. En Antioquia se tienen alianzas con organizaciones como Nuestra Gente, Medellín. el Totumo Encantado en Necoclí, entre otras. Habría que mirar a través de qué organizaciones en Bello se puede canalizar los recursos, buscar fortalecer con las escuelas populares que ya existen y crear conjuntamente un proyecto real que pueda impactar positivamente las comunas más golpeadas por la violencia en Bello.

Es importante reconocer que la fuerza de la cultura en cada municipio es necesaria para la transformación real. Se debe reconocer que el presupuesto de cultura se triplicó en este gobierno. Se han creado enlaces territoriales del Ministerio en Medellín y se busca crear enlaces en Bajo Cauca y en el norte (municipio de Ituango). En Urabá está la alianza con la Red Cepela y el proyecto Selva Adentro.

Ya existen aliados que debemos reconocer: hay redes tejidas y  no solo se pueden reconocer las redes que cada uno teje. Bello es un epicentro de la cultura y las expresiones artísticas en el Valle de Aburrá. Su movimiento social, ambiental, artístico y cultural ha forjado una resistencia alrededor de la defensa del patrimonio artístico y cultural del municipio, así como por la protección de sus bienes ambientales. Por eso realizamos allí esta Audiencia Pública, en este territorio que es cuna de artistas y de procesos de resistencia cultural.

Resaltamos la participación en esta Audiencia de organizaciones de base del Nordeste, firmantes de paz de la Nueva Área de Reincorporación (NAR Medellín), Yolombó, Bajo Cauca, San Pedro de los Milagros, Don Matías, Girardota, Copacabana, Red de Artistas Callejeros, Vigías del Patrimonio Cultural de Barbosa, Fundación Lectores a la Hamaca, de la Comuna 1, la Alianza Social LGBTI Antioquia y la Mesa de Participación Cultural de Antioquia. Una conclusión de este espacio es la importancia de la articulación de los procesos culturales desde abajo, y en esto es clave la reflexión de la Red Cepela:

“Es clave reconocer los procesos organizativos de los territorios, donde aún campea la guerra generando victimización. Se hace necesario pensar la paz simbólica para desactivar los códigos de silenciamiento. Se debe generar un gran Acuerdo Cultural que proyecte acciones a 15 años y donde se reconozcan los procesos culturales, organizativos y políticos de los territorios, donde hace más de 20 años se construyen procesos culturales y procesos políticos organizativos. El Pacífico colombiano y el Urabá chocoano aún están en guerra, se deben pensar estrategias para romper esa mirada del enemigo interno”.

Es decir, la cultura de paz como esa mano visible, anónima y colectiva, capaz de potenciar los procesos organizativos, no solamente el arte por el arte o la cultura como invitada de adorno en todos los espacios. La cultura es el centro de la transformación y de la reconstrucción del tejido social en todos los niveles.

Petro Baracutao

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