Canadá muestra el camino con los ISSB

La Junta Canadiense de Normas de Sostenibilidad (CSSB) anunció hoy la publicación de nuevas normas propuestas para que las empresas provean información sobre sostenibilidad y relacionada con el clima, basadas en las normas de divulgación de sostenibilidad recientemente publicadas por la Junta Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB) de la Fundación IFRS. (ESG Today, marzo 14, 2024)

En Canadá, la Junta Canadiense de Normas de Sostenibilidad (CSSB, por sus siglas en inglés) anunció el pasado 14 de marzo, la publicación de nuevas normas propuestas para que las empresas informen sobre sostenibilidad y todo lo relacionado con el clima. Esto está basado en las normas de divulgación de sostenibilidad recientemente publicadas por la ISSB en el 2023.

La publicación de los nuevos estándares puede representar un paso importante hacia la introducción de requisitos obligatorios de presentación de informes relacionados con el clima para las empresas canadienses. En 2021, el primer ministro Justin Trudeau ordenó a los ministros del gabinete que avanzaran hacia un sistema de presentación de informes basado en el Grupo de Trabajo sobre Divulgaciones Financieras Relacionadas con el Clima (TCFD, por sus siglas en inglés), y en 2022, el gobierno anunció que la Oficina del Superintendente de Instituciones Financieras (OSFI , por sus siglas en inglés) exigirá a las instituciones financieras reguladas a nivel federal publicar divulgaciones climáticas alineadas con el marco del TCFD a partir de 2024.

¿Qué significa esto?

El Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) fue fundado por la Fundación IFRS (Estándares internacionales de informes financieros), que cuenta con una sólida reputación en la creación de estándares globales de alta calidad que influyen en las decisiones de inversión y fortalecen los mercados de capitales.

El ISSB presentó nuevos estándares globales en junio de 2023. Aunque su adopción puede variar según el país, se espera transformen la manera en que se informa sobre sostenibilidad, mejorando la transparencia y la comparabilidad entre los informes, permitiendo a inversores, reguladores, gobiernos y otros interesados tomar decisiones más informadas.

¿Cuáles son los objetivos de estos estándares?

Desarrollar estándares globales

Satisfacer las necesidades de información de los inversores

Acceso global a la información de sostenibilidad

Compatibilidad internacional

El mismo ISSB es responsable de desarrollar y emitir las normas de informes relacionadas con sostenibilidad, incluyendo la norma IFRS S1, que se centra en los riesgos y oportunidades relacionados con la sostenibilidad, y el IFRS S2 que aborda específicamente los relacionados con el clima.

Los reportes que utilizan estas normas, se clasifican en cuatro áreas principales: Gobernanza, Estrategia, Gestión de Riesgos, y Métricas – Objetivos. Estas categorías detallan los procesos, controles, estrategias e indicadores de rendimiento relacionados con temas de sostenibilidad y clima.

Por ende, quiere decir que los nuevos estándares globales permearán estas normas, y las empresas deberán adaptarse a estas, para seguir cumpliendo, tener validación internacional, y seguir utilizando este método como medio de comparación mundial. No se tendrán que desarrollar nuevas capacidades.

Las entidades deben reportar lo anterior, junto con sus estados financieros, a partir de los períodos de presentación de informes anuales que comiencen el 1 de enero de 2024, lo que significa que podrían aparecer por primera vez en informes anuales de 2025. Sin embargo, ciertas entidades, como las de gestión de activos, banca comercial o seguros, pueden recibir alivio durante la transición, eximiéndolas de ciertas divulgaciones (disclosure) inicialmente, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero del alcance 3 (Scope 3).

¿Retos?

Las normas globales del ISSB, al igual que cualquier marco regulatorio, tienen ciertas limitaciones, que incluyen:

Adopción voluntaria: Las normas del ISSB son voluntarias, lo que puede limitar su efectividad para lograr una adopción generalizada y consistencia en las prácticas de informes.

Variaciones jurisdiccionales: Aunque el ISSB tiene como objetivo la aplicabilidad global, diferentes jurisdicciones pueden tener sus propios requisitos regulatorios y marcos de informes. Esto puede llevar a inconsistencias.

Complejidad y costos de cumplimiento: Cumplir con las normas del ISSB puede requerir recursos y experiencia significativos, especialmente para entidades más pequeñas.

Subjetividad e interpretación: Las entidades pueden interpretar las normas del ISSB de manera diferente, lo que puede resultar en variaciones en la información reportada y problemas de comparabilidad.

Mecanismos de aplicación limitados: A diferencia de las normas de informes financieros, que pueden tener mecanismos de aplicación regulatoria, las normas del ISSB se basan en la disciplina del mercado y la presión de las partes interesadas para el cumplimiento. Esto puede limitar la efectividad de las normas para garantizar prácticas de informes consistentes y precisas.

Naturaleza evolutiva de los problemas de sostenibilidad: Los problemas de sostenibilidad están en rápida evolución, y pueden surgir nuevos riesgos y oportunidades con el tiempo. Estos estándares deberán adaptarse rápidamente.

Calidad y disponibilidad de los datos: Los datos confiables sobre métricas de sostenibilidad pueden ser limitados o difíciles de obtener, especialmente en lo que respecta a aspectos no financieros.

En general, aunque las normas globales del ISSB representan un paso significativo hacia el mejoramiento de los informes de sostenibilidad, enfrentan diversos desafíos y limitaciones que pueden afectar su efectividad y adopción generalizada. Abordar estas limitaciones será esencial para promover prácticas de informes de sostenibilidad consistentes, comparables y de alta calidad a nivel mundial.

Por otro lado, el eslabón que hace falta, del que todos sabemos, pero no se menciona, es la influencia de la sociedad civil, gobiernos, reguladores, organizaciones empresariales y demás interesados, para que estos estándares se apliquen con rigurosidad, creando un marco internacional con el cual el sector privado se pueda guiar y desarrollar mejoras.

Igualmente, desde la política pública, Canadá muestra el camino para que los demás países apliquen estos estándares en su legislación.

Juan Camilo Clavijo

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