Por Guillermo García Realpe*
Días después de las declaraciones desafortunadas de la nueva Ministra del Interior, Alicia Arango, le quieren bajar el tono manifestando que, lo que ella no quiso decir lo dijo y que se trataba de formalizar y de promover la cotización para pensión o para temas de aportes de salud.
La ministra fue clara en manifestar de manera directa en que para qué se contrata un ingeniero de sistemas por un día o por tiempo completo si lo que se necesita es por dos horas al día.
El “capitalismo salvaje” fue un término de contenido social y económico que se acuño hace largos años y se nos estaba olvidando de utilizarlo, pero hoy se confirma que definitivamente en la relación capital-trabajo para los empresarios y para los gobiernos que atienden intereses empresariales siempre el trabajo cederá ante el capital, ante los inversionistas, ante los intereses privados y no colectivos.
No por otra cosa hay una larga discusión sobre el reajuste del salario mínimo porque practicamente ahí quieren señalar la base de fijación de las cifras para los años nuevos en materia de inflación y otro tipo de índices, quiere decir que el salario mínimo es el gran responsable de temas de inflación en países como Colombia.
Pero de la misma manera ha habido manifestaciones crudas en temas de materia pensional y laboral por parte de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras de Colombia –ANIF-, por parte del Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo –BID-, pero también por algunos sectores del gobierno nacional, en aspectos como que va a haber reforma laboral y pensional y esa va a hacer por cuenta de conculcar muchos de los derechos de los trabajadores. Pero, además de eso, la reforma tributaria pasada la Ley 2010, estableció privilegios para el sector empresarial y financiero y no hubo prácticamente un tratamiento de estímulo y equidad, de progresividad y de redistribución de los sectores populares y medios.
No contentos con eso, se escuchan voces de que se suspendería o eliminaría los intereses de las cesantías para los trabajadores en Colombia, eso es un beneficio para el sector financiero, para quienes guardan las cuentas respectivas. El sector financiero y el sector bancario que luego prestarían a intereses esos recursos que son de los trabajadores, también en la reciente reforma tributaria a los ricos se les constituye descuentos de los pagos del 4 x1000, impuesto de ICA, exenciones de IVA y otros tipos de beneficios para que su renta líquida y renta gravable sea tan bajas para unos impuestos muy irrisorios. Y en contraste con ello, las rentas de los trabajadores si están por las nubes “clavados” con impuestos que no tienen esos descuentos, ni gavelas.
Este marco de puntos hace que definitivamente el capital en la relación con el trabajo siempre va a hacer privilegiado por este tipo de gobiernos y el aporte de los trabajadores siempre va a hacer el sacrificado como efectivamente se pretende ahora con la precarización de las condiciones laborales en el tema que la contratación sea por días y por horas. Esas no puede ser la norma, podrá haber casos excepcionales, en situaciones de pleno empleo o sectores de profesionales exitosos que puedan prestar servicios a muchos de sus clientes, bien sean abogados, contadores, ingenieros, en fin, pero de ahí a que como norma se pueda contratar por horas y se precarice la vinculación laboral y por ende se ahorren gastos los empresarios, pues es absolutamente descalificante de la relación del trabajo, es un exabrupto lo opinado por la nueva Ministra del Interior, es el capitalismo salvaje 20/20.
Cuando se privilegia el capital por encima del trabajo se agudiza la inequidad económica y social de los países, por eso, Colombia es el segundo país más inequitativo de Latinoamérica y el cuarto más desigual en el mundo, porque las políticas en los últimos años de los gobiernos ha sido de favorecer la concentración de capital en unos pocos, en el caso más extremo como lo es el de Luis Carlos Sarmiento Ángulo que, tiene todo el sistema bancario, construcción de vías, administración y mantenimiento de vías, cobra los peajes, también administra las cesantías y pensiones de los trabajadores en Colombia, es decir, una cooptación de un solo conglomerado económico de casi toda la economía nacional.
Por lo tanto, la conclusión es que el capitalismo salvaje conlleva a concentrar mucho más la inequidad en materia de ingresos, no hay ninguna redistribución.
Senador del a República – Columnista invitado