Después de haber obtenido la tercera mayor votación de las consultas, el 23 de marzo se oficializó la candidatura de Francia Márquez como fórmula vicepresidencial del Pacto Histórico. Siendo un hito político en el país tanto su votación como su candidatura, Francia Márquez ha fijado desde el comienzo y con claridad su posición de transformar la política colombiana. Después de anunciada su candidatura como fórmula presidencial, Francia Márquez escribió en su Twitter “No es primero y segunda, somos uno y una de la resistencia al poder”.
Sin duda, esto es llamado a la forma de comprender y practicar la política colombiana. Esta visión disruptiva de las formas tradicionales, no solo de ejercer la política sino de habitar los territorios, es una construcción precedida de su trayectoria como representante de la voz de quienes históricamente han padecido la exclusión y el abandono del Estado.
Francia Márquez, una mujer, afro, ambientalista, abogada y lideresa de un territorio víctima de la guerra y el despojo, ha representado por años la defensa de las comunidades afrocolombianas del Norte del Cauca y otros lugares del país. Entre otras luchas y resistencias, desde 1997 ha liderado diversos procesos de reivindicación de las Comunidades Negras; desde el 2002 lideró la defensa comunidad ancestral de La Toma; en 2014 lideró la Movilización de Mujeres Negras por el Cuidado de la Vida y los Territorios Ancestrales -que logró el reconocimiento de 27 Consejos Comunitarios del Norte del Cauca como sujetos de reparación colectiva-. Además, incidió en la participación de los pueblos étnicos en el proceso de paz con la creación del Capítulo Étnico para la Paz (Biografía Francia Márquez).
A punta de resistencia y de fuerza colectiva lo que ha construido es pura dignidad y apuestas de paz. Gracias a estas luchas, en el 2015 recibió el Premio Nacional de Defensora del Año, mismo año en el que la organización sueca Diakonia, le otorgó el Premio Nacional como Defensora de Derechos Humanos. Asimismo, en el 2018 obtuvo el Premio Goldman Environmental Prize en reconocimiento a la defensa de su territorio ante la explotación minera.
Con certeza, como lo dice el lema de su campaña “Soy Porque Somos”, Francia Márquez es la voz de nuestros ancestros, de los pueblos negros, raizales y palenqueros, de los pueblos indígenas, de las víctimas del conflicto armado, y en general de las y los que no han tenido voces. Con su principio de campaña, el Ubunto, el buen vivir o el vivir sabroso, nos invita a transitar a la defensa colectiva y autónoma de la vida en diversidad y de los territorios locales. En ese sentido, sus iniciativas giran en torno a 4 ejes (i) justicia racial, (ii) derechos de las mujeres, (iii) derechos humanos y (iv) cuidado de la vida y del territorio.
Ahora, en un país donde siguen asesinando a la mayor parte de líderesas y líderes ambientales, Francia Márquez también hace un llamado a la necesidad de contextualizar las luchas y crear una relación directa entre las demandas y el territorio que habitan. Su llamado no es individualista, sino colectivo y solidario. Es una apuesta por la descolonización de la política, de los territorios y de la vida de todas y todos.
Finalmente, también propone incluir los saberes ancestrales en la política colombiana. Además de todas las conflictividades políticas y sociales que enfrenta en país, los riesgos derivados de la emergencia climática van a exacerbar las desigualdades y violencias de las poblaciones tradicionalmente marginalizadas. Por ello, los conocimientos de las mujeres y pueblos indígenas que reivindica Francia Márquez emergen como propuestas de auto determinación ambiental, que permiten reconfigurar la geopolítica social y ambiental del país.
Indudablemente, su participación política en estas elecciones representa una lucha por una justicia racial, social, económica, ambiental y de género. Todo lo que la política tradicional históricamente ha denigrado.
Por un país donde los nadies tengan voz, derechos y dignidad ¡Por un país que sea capaz de vivir sabroso!