Según el artículo 5 de los Estatutos del Partido, el respeto a la vida, la paz, la no violencia, democracia participativa y deliberativa, construcción colectiva, la responsabilidad ambiental y sustentabilidad, los recursos públicos son sagrados, son principios que el partido adopta en su organización y funcionamiento. Entonces, uno supondría lógicamente que los miembros y todos aquellos que se dicen militantes, deberían seguir y defender estas máximas en su comportamiento y a la hora de ejercer cualquier cargo público.
Sin embargo, la alcaldesa Claudia López ha vulnerado dichos principios de manera abierta durante toda su gestión:
- López niega que haya habido desaparecidos durante el Paro, lo cual manda un mensaje erróneo a la ciudadanía y no insta a las Instituciones a investigar lo ocurrido. ¡Es gravísimo! porque durante el paro sí hubo desapariciones forzadas bajo la figura de los traslados por protección, por ejemplo, y además, la familia de Duván Barros estuvo buscándolo durante un mes hasta que le confirmaron que estaba muerto.
- López negó que el Portal Américas fuera un lugar en donde había habido retenciones ilegales y torturas. Mientras el secretario de gobierno de la época negó también la realidad, el gerente de Transmilenio admitió que hubo portales en los que personas “fueron conducidas al interior de las instalaciones del centro de control por parte del ESMAD” y que hubo hechos de maltrato “presuntamente ocurridos dentro del Portal Américas que son materia de investigación por parte de la Fiscalía”. En este tipo de declaraciones se deja claro que lo primordial no es el respeto por la vida, sino salir a decir cualquier cosa para quedar bien. Esto no es propio de alguien que se dice del Partido Verde. La vida NO fue sagrada para la alcaldesa al dar esas declaraciones. Esta administración consideró que la juventud a la que se le negaron sus derechos, la que fue asesinada y reprimida por alzar la voz, era poco más que una “horda violenta”. Y lo peor es que fue este gobierno, que se dice verde, el que negó que esos horribles hechos hubieran ocurrido cuando los denunciamos.
- El POT no tuvo participación, sólo se socializó.
- La alcaldesa movilizó todas las instituciones de Bogotá para que rechazaran la propuesta del ministro de Justicia que consiste en sustituir la pena de prisión por la prisión domiciliaria y la prestación de servicios de utilidad pública. El proyecto busca evitar el hacinamiento carcelario, la reincidencia y avanzar en la resocialización. A la alcaldesa no le importa la vida de la población carcelaria evidentemente, está pensando en la popularidad que tiene el hecho de irse en contra de la propuesta y qué tanto ésta la puede favorecer a futuro. De nuevo se interponen sus objetivos personales frente a los de los bogotanos.
- Los recursos sagrados de la ciudad se han estado usando para financiar operadores de Transmilenio que anualmente reportan ganancias multimillonarias.
- Los recursos sagrados fueron usados presuntamente para financiar coimas de funcionarios en la UAESP, según el testimonio de un empresario corrupto que habló para la revista Cambio;
- Nuestros recursos también fueron despilfarrados en negocios mal estructurados en la ETB con el expresidente que antes que dar la cara y responder nuestras denuncias, renunció para seguir enriqueciendo multinacionales.
No permitamos que los principios de nuestro partido sigan siendo vulnerados, ya bastante daño se le ha hecho a Bogotá. ¡No lo permitamos más! La alcaldesa debe asumir sus decisiones y darse cuenta que está en el lugar equivocado. Alcaldesa váyase de nuestro partido.
Diego Cancino