El puritanismo de hoy

No hay nada que me dé más lástima que ver a esa gente que sufre por temor a ser castigada cuando comete una falta. Esos señores y señoras que las películas de aire más costumbrista americanas, ahora recuerdo Criadas y Señoras, ambientada en los 50, pero tan actual…, Representan de maravilla esa rectitud de la persona que se cree en superioridad moral y juzga severamente a los demás. No sólo en lo sexual, sino en todo lo demás.

Los puritanos de hoy son esos que cancelan aquello que desde su perspectiva está mal, es reprobable y va en contra de su credo; ese que fluye y se adapta y cambia según quién maneje los hijos,  desde luego no tiene nada de permanente y divino, es más, si me apuran, niegan lo Divino pero acaban encumbrando nuevas deidades.

Te crearás un dios chiquitito, a tu medida

Así por ejemplo el nuevo puritano, que rechaza todo tipo de religiosidad cristiana, abraza con alegría nuevas espiritualidades que le ayudan a su desarrollo; ya sea a través del yoga, la meditación oriental, el feng shui… Es capaz de mirar dentro de sí, mantener el silencio y después de un rato de ensimismamiento volver a su vacío con ganas. Ese puritano que reniega de lo sagrado pero adora los ritos y es capaz de sacarse de la manga uno de inicio a la vida social; otro para despedir al niño que pasa a adolescente u otro para unirse libremente a otra persona y formar comunidad soltando un globo al cielo o atándose un cordel rojo a la muñeca. Respetan con devoción las religiones orientales; lo mismo celebran el Año Nuevo Chino , felicitan a bombo y platillo el fin del Ramadán que adoptan del Induísmo algún ritual de ofrendas y tienen en sus casas un pequeño y regordete Buda al que le ponen un altarcillo, como tengo yo a mi Virgen de la Dulzura. La ayuda que practican es la de la protesta activa en manifestaciones y si le pides compañía a las 5 de la mañana para repartir bocadillos a los sintecho, siempre tienen algo que hacer. En la teoría el puritano lo tiene claro, en la práctica destiñe.

Derribarás el tabú sexual

Puri habla de sexo con mucho desparpajo, no como los verdaderos protestantes americanos de donde adoptamos el vocablo. Porque hay que eliminar los prejucios esos que impuso la Iglesia arcaica y naftalinosa. 

Es de los que consume porno o  se compra un vibrador ultrapotente, para esos ratos de soledad elegida – porque siempre eligen lo que quieren- y luego se lleva las manos a la cabeza cuando los expertos avisan de los riesgos del porno, en concreto para el varón y el varón joven, y cuando se resiente el placer sexual de tanto usar aparatos estimulantes llegan los lamentos… Pero dígale usted a uno de ellos que mantiene una pareja estable y tiene hijos, y entonces que llamará egoista e incivilizado por reproducirte sin pensar en los hijos, en el mundo, en la sociedad, en definitiva, por no pensar como él y en él.

Ellos defienden todo tipo de vida animal, vegetal, acuática, microscópica… pero son capaces de justificar un aborto y hasta proponen que sea derecho humano. Y cuando les enfrentas a la verdad, es decir, que abortar es matar a un ser humano que viene, se llevan las manos a la cabeza porque ahí la ciencia choca con la conveniencia y… sacan a relucir su conveniencia y esa siempre gana.

Vivirás el poliamor aunque te lleve la desidia existencial

Cuando les mencionas la palabra amor, les sale urticaria y sólo reaccionan cuando hablas de poliamor; ese nuevo tu- conmigo, yo- contigo, tu- con aquel, y yo también-con éste y con Daniel. Pero además tienen claro que el amor no dura, no sirve y además  viven en una permanente apatía existencial porque de todo y todos se cansan, hasta de ellos mismos y de sus pronombres, que cambian y ya nadie sabe como llamarlos sin ofender. Porque desde luego ellos ven ofensa en todo.

El puritano de hoy es sobre todo envidioso, envidioso de la estabilidad emocional, de la sexual y de la armonía, física y espiritual, que un único amor provoca. 

Reciclarás bien y comerás más bio

Hace aspavientos e hiperventila cuando reciclas mal, le remuerde la conciencia si compra algún producto del fast fashion, pero no le tiembla la tarjeta, ni tiene ansiedad cuando paga con la tarjeta en la tiendita bio de la esquina sus productos traídos del quinto pino. Tampoco si para lograr su objetivo activista , ir en contra de la tala de árboles de la ciudad, ha tenido que talar miles de ellos y entregárselos al político de turno el día de su boda. ¿Parar la tala, talando? Todo muy coherente… Como lanzar tomate a los cuadros de un museo o pegarse al asfalto para detener el cambio climático.

En definitiva, el nuevo puritano de la sociedad occidental actual es aquel descreído que abraza árboles, alardea, envidia, le falta coherencia, se ofende fácilmente y analiza la vida en clave de colonialismo occidental y por tanto acaba viendo violencia en todo. De hecho acabo de descubrir que el alisado de las melenas afroamericanas es violencia estética- me he quedado pasmada – porque quieren parecerse a las caucásicas… No quiero ni imaginar el día que China despierte, reivindiquen los ojos achinados y arremetan contra occidente por imponer un canon de ojos redondeado, ese porque el hoy pagan y sus piran las adolescentes y jovencitas del gigante asiático… ¡Rodarán cabezas!

A mi me provocan cierta ternura, porque el puritano es muy sentido, sensible y por lo tanto voluble. Hoy quizá se sientan en disposición de ofenderse por eso, o tal vez no.

Almudena González