La opinión de Óscar Sevillano:
Está visto que los enemigos políticos de Gustavo Petro no han aprendido que resulta inútil tratar de aniquilarle a las bravas porque entre más le busquen el quiebre, este renace aún más fuerte de lo que era antes, porque hábilmente hace uso a su favor de la situación en la que se le coloque, así esta le resulte incómoda en un comienzo.
Más allá del escándalo político que se desató, luego de que la senadora Paloma Valencia revelara un video en donde se ve al exalcalde recibiendo unos fajos de dineros, no creo que suceda nada más. En primer lugar, porque es claro que el material audiovisual no es nuevo, y que se remonta a unos tiempos en que recibir aportes en especie o en efectivo de manos de un personaje que actúa en la legalidad, sin tener que registrarlos, era un pecado, más no un delito, por tanto, todo el que aspiraba a un cargo de elección no escapaba a esta práctica.
En segundo lugar, porque por muchas contradicciones que existan en el momento de parte del supuesto donante (Simón Vélez), es claro que se trata de una persona que actúa en la legalidad.
Pueda que Gustavo Petro como político no me simpatice, pero no por eso voy a asegurar a los cuatro vientos que sus actuaciones son parecidas o similares a quienes un día tomaron la decisión de aspirar a cargos de elección popular y para ganar, aceptaron financiación de actores ilegales o prestándose a alguna clase de torcidos. Esta manera de actuar no es propia del exalcalde, y eso lo sabemos todos, así no estemos de acuerdo con su manera de ver al país.
Lo que sí es claro es que, si la Corte Suprema de Justicia encuentra el mérito para abrir investigación judicial a Petro, más allá del escándalo político no va a pasar nada más, y por supuesto, este aprovechará la situación para aparecer como una víctima del establecimiento, y de lo que él llama “La derecha oligarca”, para renacer como el ave fénix como es su costumbre.
En esto Petro es supremamente hábil y sus enemigos políticos parecen no entenderlo. La única manera de derrotar al exalcalde, es en lo electoral, porque de otra forma, lo que en un comienzo parece ser el triunfo de sus contendores, este lo voltea, colocando las cosas a su favor. Basta recordar lo sucedido en Bogotá, donde Alejandro Ordóñez hizo todo lo habido y por haber por sacarlo del ruedo político y terminó favoreciéndole políticamente, al punto en que terminó por validarlo y convertirlo en un aspirante con amplias posibilidades de ganar la presidencia de la república, sin que a los electores les importara su desastrosa Administración en Bogotá.
En lo político Gustavo Petro no me simpatiza nada, pero no por eso voy a creer que el exalcalde se ha prestado a las prácticas que el mismo en calidad de senador de la república, denunció en varias ocasiones. Una vez más señores de la derecha, si en realidad quieren derrotar al exalcalde y hoy congresista de izquierda, las urnas es el mejor escenario, porque cualquier otra idea a la que se acuda, así esté ajustada a la ley, resultará inútil.
Cambiando de tema, Jorge Enrique Pizano quien era un buen amigo de Néstor Humberto Martínez, grababa las conversaciones que sostenía con el hoy el fiscal general de la Nación, lo que prueba que no confiaba en él, a pesar de su entrañable amistad. Un donante político de Petro graba clandestinamente en un video al exalcalde recibiendo dinero en efectivo. Esto demuestra que este país ha caído en una especie de demencia colectiva, en donde no se puede confiar en nadie.
Twitter: @sevillanojarami