Jugada sucia

Voy a dejar a un lado las citas contextuales de las jugadas sucias en política internacional. Sobran hasta en los países más desarrollados. Siendo más cercano, la ‘cosa política criolla’, nos deja un puñado de acciones estratégicas de la más baja calaña por parte de los más encumbrados líderes, según ellos, asquientos al poder, pero desesperados por meter a la brava a sus más cercanos -línea ideológica o familiar- en los cargos a elecciones regionales, por ser la contienda electoral más cercana -#29DeOctubre- y en las que se juegan gobernaciones, asambleas, alcaldías y juntas administradoras locales, fortín nada despreciable si se trata de un golazo a un liderazgo reelegible o consecuente con su doctrina.

En este sentido, mi interés, siendo honesto con los lectores, está centrado en los variados candidatos y sus destacadas campañas por el segundo cargo político más importante de Colombia como es la Alcaldía de Bogotá. Cargo apetecido por el actual mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, quien tácitamente, le hace campaña a su alfil más devoto -infringiendo la normatividad electoral-, el candidato por #PactoHistórico, Gustavo Bolívar, quien palabras más, palabras menos, goza del respaldo del actual gobierno y sus bancadas en el Congreso y Cámara. Un autogol macabro contra candidatos sin trayectoria en ese oscuro mundillo del poder electoral como Juan Daniel (@JDOviedoA) y contra ‘delfines’ pesados como, Carlos Fernando Galán (@CarlosFGalan), quien denuncia al Presidente por su constante participación indebida en campaña.

Que Petro auspicie a Bolívar es obvio. Las alcaldías y las gobernaciones importantes por su demografía y potencial electoral, según las encuestas y analistas políticos seguramente van a volver a manos de los partidos tradicionales, jugada electoral con declinables resultados para los intereses del proyecto del jefe de estado, que a punta de convocatorias en las localidades más pobladas de @Bogotá busca reforzar y posicionar la imagen del candidato de sus entrañas. Lectores recuerden que el fortín politiquero de la izquierda pura en la ciudad capital son los estratos más vulnerables y sus juventudes. Un contragolpe mortal que les dio excelentes réditos en la campaña presidencial.

Diría Sergio Fajardo el “todo vale” para obtener el poder político se convierte en la acción estratégica con marca registrada en la gran mayoría de los funcionarios públicos cotizados sean de derecha, centro izquierda o tradicionales. Nada extraño en un país politiquero hasta los tuétanos. Pero genera asco observar como un mandatario presidencial organiza ad portas de elecciones SEIS convocatorias engalanadas con publicidad visual, tangible y digital destacando las bondades del candidato Bolívar. Las pruebas son expuestas por los medios más serios del país e incluso de los actores cotidianos en las redes sociales. La verdad, una #JugadaSucia que merece observar con lupa por quién vamos a votar a la #Alcaldía. Dónde está la honestidad del mismísimo Gustavo Bolívar, líder político del actual gobierno?

Una de las salidas a esta clase de actuaciones que dejaría, entre comillas, bien parados a los politiqueros la expone en su última columna el ex fiscal, Alfonso Gómez Méndez. “Desde el plebiscito de 1957 está prohibido a los empleados públicos participar en política. En la práctica, desde el presidente para abajo, todos los mandatarios en estas elecciones están interviniendo para impulsar a sus candidatos. Siempre ha sido así. Sería mejor levantar esa prohibición y evitar la farsa”. Farsa que seguirá para enfrentar las elecciones territoriales, que en el caso de Bogotá significa un manjar para visionar una presidencia y afianzar más poder para esas mismas justas.

Siendo honestos voy a dar mi voto por cualquiera de los jugadores en las elecciones menos por el señor, Gustavo Bolívar, porque, además de ser deshonesto, si llega a ser alcalde se dedicará a endiosar a su jefe máximo, a poner en practica todas sus exigencias, a frenar obras como el metro, a gobernar en redes sociales, a pelear con la oposición y a empezar a montar su campaña presidencial tal como sucede con #ClaudiaLópez. Entre tanto, Bogotá y los bogotanos inmersos en el atraso, la inseguridad, la inmovilidad y la urgencia de políticas públicas serias y coherentes para obtener una mejor calidad de vida.

Edgar Martínez Méndez

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar

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