Los Planes de Ordenamiento Territorial – POT, son posiblemente, los documentos más importantes para las ciudades, allí se orienta su desarrollo futuro, buscando el bienestar y equidad de las personas, definen cómo se ordena el territorio, hacia donde se crece, cuales sectores ambientales se protegen, qué actividades y usos son permitidos y cuales restringidos, donde se puede construir un edificio o un centro comercial, que tan alto puede ser y cómo se debe retribuir a la ciudad, entre muchas otras cosas.
El Decreto 555 de 2021, actual Plan de Ordenamiento territorial, propone a Bogotá como la ciudad de 15 minutos, en donde se puede conseguir todo caminando, donde se mezclan diferentes modos de transporte y se dignifican las condiciones de habitabilidad, es la Bogotá en la que todos quisiéramos vivir, sin embargo, esas condiciones de ciudad se encuentran lejos de concretarse. Con el paso de los años, la inmensa y densa Bogotá, aunque brinda oportunidades a todos, nos hace vivir días de angustia y desespero.
La concreción de esa ciudad de 15 minutos pretendida en el POT de Bogotá no se va a dar porque esté escrita en una norma, sino a partir de la apropiación de las personas, de un cambio de hábitos, de la construcción de infraestructura y vivienda y sobre todo de la generación de confianza de cada uno de los participantes de la ciudad.
Sin embargo, hay una medida que contempla el POT de Bogotá que a pesar de no haber sido la más debatida, (como el tamaño mínimo de las viviendas, la continuidad de la Avenida longitudinal de Occidente tramo Norte o la ampliación de las cargas para construir), tiene un inmenso impacto para la ciudad, en términos de desarrollo urbano, de generación de riqueza y de rentas captadas por el Distrito; estas son las llamadas Actuaciones Estratégicas de Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá.
Las Actuaciones Estratégicas son 25 inmensas zonas de la ciudad, en donde la Alcaldía aspira a realizar grandes transformaciones urbanas. ¿Cuáles transformaciones?, aún no lo sabemos, de hecho, el POT se reservó 6 años para que la Alcaldía lo defina, durante esos 6 años, no se podrá construir ningún edificio de más tres pisos en esos sectores (en promedio, restricción de licenciar índices por encima del básico IC Max 1.3).
Pero ¿qué tan grandes son las actuaciones urbanísticas? Pues bien, ahí es donde se encuentra el problema, estamos hablando de más de 920.000 predios de la ciudad de Bogotá, 7400 hectáreas (dos veces la ciudad de Pereira aproximadamente), y algo más de 160 Barrios, (entre los que destacan el 20 de Julio, Siete de Agosto, Chapinero, Corabastos, La Gaitana, Fontibón Centro, Las Ferias, Ciudad Kennedy, Usme Centro, San Fernando, Los Alcázares, San Felipe, 12 de octubre, Toberín, Zona Industrial, Barrancas, Santa Fé, El Polo, Nuevo Muzú, Santa Bárbara, entre muchos otros). Barrios completos en donde durante 6 años cada uno de los propietarios de estos inmuebles, tendrá afectado su patrimonio por la decisión de esta Alcaldía.
Las Actuaciones Estratégicas impiden el desarrollo de la ciudad en una porción muy significativa, no solamente en términos de cantidad sino también en idoneidad, porque se trata de algunos de los mejores sectores de la ciudad, con ubicación estratégica y especial potencial.
El bloqueo del potencial de construcción, tiene graves impactos a nivel individual (patrimonio de los propietarios), fiscal (impuesto predial) y urbanístico (déficit de vivienda, ciudad cercana e integración regional), esto resulta problemático, más aún, cuando existen antecedentes que prueban la dificultad de desarrollar piezas de Ciudad que dependen de nuevos actos administrativos (por ejemplo operaciones estratégicas – Decreto 190) , de hecho, la falta reglamentación y falta de certezas, ya se ven reflejadas en el bajo número de licenciamientos expedidos por las Curadurías Urbanas con fundamento en el nuevo POT Decreto 555 de 2021.
Esperemos que la Alcaldía redoble esfuerzos en la reglamentación de los muchos vacíos que trae la norma de la ciudad, que reconozca la urgencia de brindar reglas claras para el desarrollo, que entienda que lo que no atiende la formalidad lo soluciona la informalidad y que ya tiene un POT cuya única opción de transformarse en realidad, es con la apropiación y coparticipación de todos los sectores que conforman Bogotá.
*Abogado Urbanista