Nos la jugamos por la continuidad de un proyecto progresista en Medellín

La ciudad corre el riesgo de volver a ser gobernada por fuerzas retardatarias que pretenden recuperar el poder en las regiones para contener el proyecto progresista y modernizante del gobierno del cambio. Como parte del Pacto Histórico ponemos en la agenda pública un proyecto de ciudad capaz de conquistar la paz territorial como base de la paz total, con una agenda de inclusión en la política de la Medellín olvidada.

Las fuerzas alternativas, progresistas y de izquierda nos debemos unir en un proyecto que sea capaz de enfrentar al uribismo que encarna la candidatura de Federico Gutiérrez. Ese proyecto hoy lo encarna Juan Carlos Upegui a la Alcaldía de Medellín y Esteban Restrepo a la gobernación de Antioquia. Nos adherimos a este proyecto político con unos mínimos programáticos: apoyo a la implementación de los Acuerdos de Paz; construcción de la paz urbana; redistribución de las riquezas de EPM como empresa pública; apoyo e impulso a la educación superior pública gratuita de calidad; compromiso con la equidad de géneros, la promoción de la participación activa de la mujer, jóvenes y grupos poblacionales y étnicos; rechazo total y lucha en contra de cualquier forma de corrupción; promoción y fortalecimiento de una cultura de protección al medio ambiente.

La unidad hay que gestarla para no retornar al pasado autoritario y seguir construyendo una ciudad con menores índices de pobreza estructural en sus barrios populares. Lo que corresponde en el momento es estar a la altura con un compromiso histórico: acumular fuerzas para que el Uribismo, nunca más, gobierne esta ciudad.

Post data

Daniel Quintero renuncia a la alcaldía, tres meses antes de terminar su gobierno, para darle fuerza a la campaña del único que le puede ganar a Federico Gutiérrez: Juan Carlos Upegui.  La derecha quiere retomar el gobierno del Distrito y las izquierdas debemos unirnos en medio de las diferencias para apoyar la única alternativa progresista con opciones reales de poder.

Aunque muchos sectores de centro y “bienpensantes” se presenten como antiquinteristas y a otros más radicales les repulse votar por Upegui, nos corresponden ser coherentes con la alternativa del cambio y la opción de ganar la alcaldía para continuar con una agenda política que favorezca la paz y la lucha por más justicia social en la Medellín olvidada. Este último mes de campaña es decisivo para no retornar al pasado autoritario.

Pedro Baracutao

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